Sabemos lo que es tener un bebé y un niño pequeño: no se quieren separar de ti. Sólo se calman si están en brazos. ¿Dormirse solos? ¡Ja! Los bebés duermen muuuchas siestas, varias veces al día (¿quién puede acunarlos todas esas veces?). Que levante la mano quien no haya cogido a su bebé en brazos mientras cocinaba, aunque sea una sola vez. Las mochilas portabebés y los fulares (o wrap carrier) son un invento maravilloso, gracias al cual nuestros pequeños se calman, están con nosotros, y se duermen a las mil maravillas, pero aquí va la mala noticia: no debemos llevarlos con nosotros en la cocina. No es leyenda negra ni cosa de abuelas.
"No cocinen con su hijo en brazos" y otros consejos que aprendimos del susto de esta madre en Facebook
Una mujer que suele cocinar con su hijo en brazos muestra en Facebook una quemadura y se abre el debate de la seguridad de los más pequeños en las tareas cotidianas.

Molly Landis es una joven madre que, tal como ella misma ha contado en Facebook, suele recurrir a un fular para portear a su bebé. Hace unos días, mientras cocinaba dejó a su hijito en un balancín, y “por primera vez en su vida se quedó dormido ahí”. Y entonces uno de los quemadores explotó. “Envió una bola de fuego a mi cara, mi cuello y mi pecho. Esto me causó heridas abiertas y quemaduras en la cara y el pecho", precisamente la zona donde suele estar la cabeza del bebé. La foto de Molly se ha compartido casi 25.000 veces, registra más de 17.000 interacciones y más de 4.000 comentarios.
¿Cómo prevenir esos accidentes 'tontos' pero cotidianos?
Ante la impresión que este accidente doméstico nos causa, por cercano y porque nos podría pasar a cualquiera, no está de más recurrir a una lista de prevención básica. Buscamos en la U.S. National Library of Medicine y preguntamos a Miguel Cañamares, médico de Urgencias que, tras tropezarse con varios accidentes de esos que dices “cómo no se me ocurrió”, nos da estas sugerencias para tener siempre en mente cuando hay niños cerca:
- Aunque no nos acabemos de convencer, se registra un gran número de accidentes en las ventanas. Los niños aunque sean pequeños acercan una silla, y en verano con las ventanas abiertas es muy peligroso. Pero en invierno, como les resulta muy atractivo, pueden abrirlas. Se suben y se caen. Sucede. El consejo es cerrar ventanas con llave. Por supuesto tener lejos sillas, y no perder nunca de vista al niño. Pero como prevención, la llave. O una malla de las que se instalan por fuera.
- Esto mismo es extensible a escaleras. Lo mejor es una llave y que no puedan salir a una zona con alturas. Los bebés y los niños pequeños son muy frágiles.
- En los enchufes hay que poner protectores, porque de verdad los niños meten los dedos u objetos en ellos. En Urgencias reciben niños hasta con la lengua quemada por meterla en un enchufe. Hay pequeños con falta de hierro a quienes les da por comer las paredes. Hay que tener cuidado.
- Nunca dejes al bebé solo sobre la cama, la mesa, el cambiador o cualquier superficie sobre la que puede rodar y caer.
- En la cocina hay que seguir precauciones básicas y de siempre que no está de más recordar, como que los cazos y sartenes tengan el mango para adentro. Por supuesto, en los fuegos traseros. Y que el niño no se acerque. Es lo mejor, que ni entren. Los que no quieran estar solos que estén en la puerta mirando, en un parque o sillita. Cualquier comida puede salpicar. Aunque el niño vaya bien sujeto en un portabebé, puede saltarle aceite o algo hirviendo.
- En el baño, nunca dejemos a un niño solo. Pueden tener convulsiones febriles (frecuentes en niños menores de dos años) y ahogarse. “Hemos registrado muerte incluso de niños mayores que convulsionaban, se les había aconsejado no bañarse en bañera, y se han ahogado”, cuenta Miguel.
- Evitemos planchar con pequeños a nuestro lado. Los hay que tiran del cordón y se queman.
- Los niños juegan con bolsas de plástico, pero pueden asfixiarse. No deben estar a su alcance y no se les debe dejar jugar así, que sepan que es un peligro.
- No debemos dejarles juguetes con bolitas y piezas pequeñas. Y en la calle y en el parque hay que estar vigilantes, porque se las comen y se pueden atragantar. ¡Las aceitunas con hueso están prohibidas! Los atragantamientos no son broma.
- Los frutos secos como avellanas, nueces, cacahuetes... no deben comerlos por lo menos hasta los cinco años. Se atragantan con facilidad y un trocito puede llegar al pulmón. Así se puede causar una neumonía y al final incluso hay que operarles.
- Mucho cuidado con las pilas de botón. Son tóxicas, causan quemaduras en el esófago. También suelen tragar monedas, pero éstas no dan tantos problemas.
- Las medicinas siempre en alto. Mejor en alto que con llave. Aunque los envases son cada vez más seguros, los niños no deben poder acceder a ellos.
- Los productos de limpieza también en alto y con llave. “Ahora llevan tapones de seguridad, pero hemos tenido problemas con quienes acceden a envases grandes, industriales, en gran cantidad, que luego se ponen en botellas pequeñas, por ejemplo de refrescos, para uso diario. A esas sí acceden los niños, con el peligro que supone. Este accidente se da con cierta frecuencia”, dice Miguel. El cloro puede causar que el niño desarrolle un cáncer de esófago en un futuro.
- Si tu hijo está en una silla alta para comer, nunca olvides atarlo para sujetarlo bien.
- Para evitar asfixias, siéntate con el bebé cuando coma. No lo dejes gatear mientras come o toma su biberón.
- Recuerda que no debemos atarles nada al cuello ni a la muñeca. Ni chupetes, ni cadenitas, ni brazaletes, por inofensivos que parezcan.
- Existe una norma básica y es enseñar a los más pequeños qué significa "no tocar", y nunca, nunca subestimar lo que puede hacer.
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