Belinda Hakins vive en Arkansas, Estados Unidos, y tiene la costumbre de compartir públicamente los graciosos mensajes de complicidad que sostiene en chat con su hija de 13 años. Eso mismo hizo el pasado 11 de septiembre cuando envió a la pequeña a la farmacia a que comprara ella misma sus propias toallas higiénicas.
La niña de 13 años que no encontraba toallas higiénicas en el mercado y que revolucionó Internet con sus reflexiones
¿Por qué se habla tan en secreto sobre la vagina? La pregunta se hizo viral después de que una madre compartió en Facebook los divertidos comentarios de su hija cuando tuvo que ir por primera vez sola a la droguería a comprar lo que necesitaba para su periodo.

Mientras la hija caminaba por los pasillos sin lograr su cometido le escribió a su madre: “aquí no venden toallas higiénicas”, a lo que ella respondió con gracia: “eso es simplemente imposible, busca cerca de los condones y los lubricantes sexuales”, un comentario irónico que su hija respondió con un: “mami, me parece que te diviertes diciéndome eso”.
“En esta casa se habla sin secretismos ni tabú de la regla y del sexo”, explicaría días después la madre que sin sospecharlo, consiguió que más de 60 mil personas compartieran en Facebook la conversación con su hija, que desató un debate no solo sobre la menstruación, sino sobre la vagina y sobre cómo los padres pueden (o ¿deben?) abordar estos temas con sus hijos.
Mientras la jovencita seguía jurando por chat que no encontraba las toallas, su madre probó de nuevo diciéndole que intentara buscarlas al lado de los pañales de bebés. Finalmente, el rifi rafe se saldó cuando la pequeña las encontró: “Están medio escondidas en una esquina que no tiene ningún nombre de sección”, dijo para luego leer a su madre: “Claro, no hay un gran letrero que diga ‘El super centro del periodo’”.
El jocoso ejercicio puso de cara no solo a la madre y a la hija, sino a todos los que compartieron el post, a una pregunta: ¿Por qué sigue siendo tan difícil hablar de la menstruación, un tema que es tan innegable, normal y natural para todas las mujeres del mundo? ¿Por qué incluso los supermercados se niegan a nombrarlas y etiquetarlas?
De hecho la indignación de la pequeña al ver el lugar en donde habían sido segregadas las toallas higiénicas daba claves de lo extraño que aún le resulta para la sociedad este tema: “Ellos le ponen etiquetas hasta a los asuntos más pequeños y ¿son incapaces de ponerle nombre a las cosas para tu vagina?”, escribía la niña a su madre para continuar: “Las vaginas son mitos, son susurradas en secreto, solo los hombres más valientes y corajudos son capaces de nombrarlas”.
Por supuesto, poner esta discusión sobre la mesa, más valdría decir, sobre el muro de Facebook, no dejó a todos contentos. No tardaron en aparecer las críticas que señalaban a la madre por haber mandado a su hija sola a la tienda, por nombrarle los lubricantes femeninos y por hablar con ella de vaginas.
Al final, la pequeña de 13 años, que experimentó por primera vez lo que es hacerse cargo del periodo, sacó su propia conclusión: “Por qué todos están tan temerosos de las mujeres y sus vaginas. ¿Qué creen que si ellos las reconocen los vamos a atacarlos con nuestro rayos laser y los vamos a desintegrar?”.
A su madre, le dejó un mapa, para que ella y las mujeres que leyeron su post nunca más se pierdan en la ruta de encontrar unas toallas higiénicas en el supermercado, para que no se pierdan en la ruta de reivindicar lo que pasa con sus vaginas.
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