Durante muchos años los roles de las mujeres en la sociedad estuvieron atados a la reproducción, crianza y cuestiones directamente relacionadas con el hogar. Ese siempre fue su ámbito de obligaciones y esparcimiento. Hoy, afortunadamente, ya no es del todo así. Si bien todavía hay un largo camino que recorrer para que los hombres dejen de mandarnos a lavar los platos en un entredicho de tránsito, son muchos los avances que permitieron que socialmente las mujeres estemos posicionadas en otro lugar.
"Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni en la casa": El artículo que abrió el debate


Hace días que circula un artículo de Alberto Soler Sarrió, un psicólogo español que abrió el debate sobre el rol del padre y la madre en la familia con su publicación "Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni con las tareas de la casa".
El artículo tiene un mensaje claro en el título y a medida que se lo lee, cambia. La idea es poner en duda afirmaciones que todavía giran respecto a los roles de las mujeres y los hombres con los hijos y con las tareas de la casa.
Conocé cuáles son algunas estas afirmaciones, te invitamos a que juntas pensemos sobre su significado. Dependerá de nosotras ayudar a que cambie la visión de que este tipo de tareas son exclusivas de las mujeres, ¿o no?
Mitos que debemos derribar
- La mujer se ocupa de los hijos
- El hombre está cansado porque trabaja todo el día
- El hombre "ayuda" a la mujer en las tareas de la casa
- Las tareas domésticas son patrimonio de las mujeres
- El hombre es el sostén económico del hogar
- La mujer hace las compras
- La mujer cocina
El artículo que abrió el debate
Alberto Soler Sarrió es psicólogo, está casado y es padre de dos hijos. Un día estaba en la fila del supermercado con sus hijos cuando unas señoras mayores se le acercaron a felicitarlo por cómo ayudaba a su mujer con los chicos.
Fue ahí cuando pensó en escribir una reflexión al respecto con el título "Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni con las tareas de la casa". A modo de respuesta, lo que plantea es que los roles no son exlusivos: no es el hombre el que ayuda a la mujer con este tipo de tareas porque éstas no son exclusivamente de ella. Si bien determinadas tareas como la lactancia, por razones obvias son exclusivas de las mujeres, el resto no lo son y pueden dividirse en una pareja ya que ninguna es de nadie.
Soler Sarrió profundiza en estas afirmaciones e invita a pensar sobre su origen.
Nosotras nos sumamos a su planteo y te invitamos a que te cuestiones cuánto tienen de cierto. ¿Leíste el artículo? ¿Qué te pareció?
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