Dicen que nuestras mascotas son el fiel reflejo de nuestra personalidad, pero me parece demasiado egoísta sacarles crédito a nuestros animales de sus actos.
¿Mascota en casa? Las 8 diferencias entre tener un perro o un gato en casa

Cada mascota tiene sus caprichos y quienes compartimos el día a día con ellos ya conocemos los gestos para salir, para comer, para ir a dormir. ¡Son verdaderamente especiales!
Sin embargo, es muy distinto tener en casa a un perro que a un gato (y viceversa). No han sido “enemigos” desde el comienzo de los tiempos en vano, cada especie tiene sus propias conductas que los hacen muy diferentes el uno del otro.
Aquí van algunos ejemplos…
1- Cuando llegas a casa después del trabajo

Para tu perro seguramente sea el evento del día, va a saltar, babearse y ladrar ni bien pongas un pie en tu hogar.
¿El gato? ¿Dónde está el gato? Seguramente lo encuentres a la hora de cenar.
2- ¡De paseo al parque!

Tu perro estará ansioso por salir, irá por su correa y esperará en la puerta de salida hasta que estés listo.
Tu gato no mostrará demasiado entusiasmo. De hecho, no creo que quiera salir contigo, probablemente lo haga solo. ¡No lo presiones!
3- Tiempo de caricias

Para tu perro siempre es buen momento para acurrucarse junto a ti, dejar que lo beses y abraces todo el tiempo que quieras. Su admiración por ti es tan grande que siempre estará dispuesto.
En cambio, tu gato te ve como si tú fueras su mascota, él se acercará a ti cuando quiera mimos. No temas, te darás cuenta cuando eso suceda porque tu mascota se encargará de hacértelo saber.
4- Es hora de entrenar
Los caninos siempre están dispuestos a jugar y a aprender: pueden pasar horas entrenando junto a ti. ¿Lo mejor de todo? Aprenderán todo lo que quieras enseñarles.
Tu amado felino es independiente así que si quieres entrenarlo no creo que te preste mucha atención. ¡Suerte con eso!
5- La disciplina es fundamental

Cuando llegas a casa y encuentras todo hecho un desastre puedes retar a tu perro para que se sienta culpable y aprenda lo que hizo. Pero tu gato, te desafiará con la mirada y posiblemente te deje hablando solo.
6- Los amigos de tu mascota

Como ya sabemos los perros son amigables, suelen interactuar con otros canes y divertirse mucho en su ida al parque.
En cambio, tu gato no tendrá amigos, más bien serán enemigos. ¿Lo has visto alguna vez jugando con otro gato? No lo creo, a lo mejor lo has visto desafiando a otro gato pero no jugando amigablemente.
7- ¿Capacidad de ataque?
Los perros tienden a ser muy tiernos y no tienen esa capacidad de camuflarse para atacarte. Quizás pueda ahuyentar aves o correr gatos pero nunca tendrá ese toque encubierto que tienen los felinos.
Si tienes un gato en casa, sabes de lo que hablo: tu mascota te toma desprevenido el 80 % del tiempo. En un día ordinario, llegas a casa y no encuentras a tu gato, pero de repente estás cocinando y aparece de una manera muy tenebrosa. ¡Qué susto!
8- Agravios

Los perros tienen memoria de corto plazo, si lo retas por algo que hizo en la mañana o te olvidas de dejarle suficiente agua en tarde, cuando llegues a casa lo habrá olvidado.
Si se te ocurre hacerle algo a tu gato, ten cuidado: podrá castigarte por un largo tiempo, ellos no olvidan tan fácil.
Como verás son dos tipos de mascotas muy distintas, pero sin dudas, igual de especiales. Los amantes de los perros y los amantes de los gatos sabemos que esto es verdad: cada una de nuestras mascotas nos llena el alma de formas distintas.







