La etiqueta social es clara: cuando llegas a una fiesta saludas a las personas y, si no conoces a alguien, te introduces. A menos que sean demasiados, y en ese caso haces un saludo general a tus amigos. Sin embargo, lo mismo debería aplicar al final de una reunión, pero muchos optan por hacer « ghosting», ese hábito de desaparecer sin más.
Irte de una fiesta sin saludar no es de mala educación y tiene nombre propio

El concepto de ghosting se utiliza sobre todo para las relaciones de pareja, pero ahora también puede aplicarse a cualquier situación en la que alguien se vaya sin decir nada. Puede ser feo, pero en algunas ocasiones es justificable y las fiestas son una de ellas.
Desaparecer de las fiestas

No es mala idea despedirte de un amigo o dos antes de marcharte, al menos para que sepan que te has ido y se lo digan a los demás si preguntan por ti. Pero por lo demás hacer ghosting en una fiesta no es tan malo por las siguientes razones:
A nadie le gusta una despedida
Decir adiós dice, de alguna forma, que la fiesta está llegando a su final o que no quieres estar allí.
Toma demasiado tiempo
No solo tienes que saludar a todos, sino que las despedidas siempre vienen acompañadas de alguna pequeña charla que nos demora aún más. Si quieres irte cuanto antes, entonces haz como un ninja y desaparece sin hacer un ruido.
Nadie lo va a tomar mal
Si se trata de una fiesta por el cumpleaños de un amigo, entonces es mejor que te despidas de él o ella, sino no pasa nada, sobre todo si se trata de una fiesta con muchas personas.
Entonces, ¿qué puedes hacer? Si no quieres saludar a cada persona en la fiesta, entonces puedes escaparte con disimulo y después enviar un mensaje al anfitrión para agradecerle por invitarte y a tus amigos para que se queden tranquilos, no desapareciste ni fuiste raptado, simplemente regresaste a tu casa.
Sigue leyendo:









