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¿Escoges parejas que se parecen a tu mamá o a tu papá? Esto dice la ciencia

Si eres un humano que no vive debajo de una piedra, seguro has escuchado la leyenda de que nuestras parejas se parecen a nuestros papás. Qué terror, qué bueno que sólo es un cuento que se dice por ahí... ¿Verdad?

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Pues la verdad, no. Existen diversos estudios científicos que confirman esa aseveración. Pero guarda la calma. Antes de que te pongas a comparar las fotos de perfil de tu amorcito y tu papá en Facebook, los expertos nos explican el por qué de este fenómeno. Y no te preocupes, no es nada enfermo que implique que estás enamorado de tus padres.

¿Buscamos a alguien que nos recuerda a nuestros papás?

Imagen Shutterstock

No es que vayamos por la vida buscando de manera consciente a alguien que tenga la misma cara que nuestra madre. Peg Streep (autora especializada en relaciones mamá-hija) explicó que se trata de un acto inconsciente. Los humanos estamos inclinados a acercarnos a lo que nos resulta familiar. Si alguien proviene de un ambiente familiar amoroso y lleno de confianza, no es extraño que relacione el rostro de sus padres con un ideal de relación feliz.

Existe un estudio que suena ligeramente perturbador, pero es ilustrativo. En 2002 se realizó una encuesta con 300 fotografías de esposas y suegras. ¿El resultado? Quienes juzgaron las fotos emparejaron a ambas mujeres más de lo que se esperaba. Es decir, las esposas y sus suegras parecían ser parte de la misma familia.

Esta idea también se confirmó por otro estudio de 2002, que descubrió que la gente se siente atraída a individuos que se parecen a cómo se veían sus padres cuando tuvieron a sus hijos. Por ejemplo, las mujeres que nacieron cuando sus papás tenían más de 30 años, encontraban más atractivos a los hombres mayores. Lo mismo sucedió con el sexo masculino y sus madres, pero sólo al considerar a alguien para una relación a largo plazo.

Recrear la felicidad

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La psicóloga Erika Martinez detalló en Medical Daily que los individuos salen con quienes poseen cualidades similares a las de sus padres porque de manera inconsciente los consideran como el canon de lo que es masculino o femenino. Si tu madre adoraba cocinar cuando eras pequeño y no escatimaba en abrazos, es posible que crezcas creyendo que ese es el modelo a seguir y que ese es el tipo de mujer que deseas en tu vida. Porque, pues es lo normal, ¿no? Y en cada familia cambia la percepción de cómo "debería" ser un hombre y una mujer.

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El efecto contrario también ha sido analizado, porque los hombres que tuvieron madres que los rechazaron durante su infancia, no tienden a buscar parejas que les recuerden físicamente a sus mamás. Si tu cerebro relaciona a alguien rubio y de nariz aguileña con sentirte triste, existe la probabilidad de que no quieras tener una relación con alguien así.

Conclusión: Si tuviste una infancia agradable, es posible que busques romance entre personas que te recuerden esos buenos tiempos, con la expectativa de conseguir esa misma alegría y estabilidad con alguien más. Desde esa perspectiva, no suena tan aterrador que te digan que tu novio se parece a tu papá.

Cabe aclarar que los estudios científicos que analizan este tema por lo general sólo toman en cuenta a personas heterosexuales. Aún no se conoce si este fenómeno se reproduce de la misma manera entre homosexuales y otras orientaciones sexuales.

Los expertos lo explican: