Por algún motivo, que no somos capaces de precisar, un día nos vemos al espejo y determinamos que somos insuficientes y para nada valiosos, y es así como entramos en un camino de inseguridades del que es muy difícil salir. De hecho, cuando estamos en ese camino y olvidamos amarnos, nos volvemos incapaces de amar a otras personas. Es como dicen por ahí, «no puedes amar a nadie hasta que no te ames primero ». De esta forma, nos perdemos de hermosas experiencias por tener una imagen equivocada de nosotros mismos.
6 momentos en los que tu BFF te recordó lo valioso que eres cuando lo olvidaste


Todos alguna vez hemos estado en ese lugar, en el que nos sentimos verdaderamente insignificantes, pero por fortuna siempre hubo un amigo que nos recordó lo importante que somos y que esas cosas que nos apenaban no valían tanto como creíamos.
1. Cuando te despidieron

Cuando perdiste ese trabajo que tanto te costó conseguir y te sentiste la persona más miserable del mundo, tu amigo te recordó que no era el trabajo de tus sueños. Después de todo, no te apasionaba verdaderamente. Perder ese trabajo fue lo mejor que te pudo pasar.
2. Cuando odiaste tu cuerpo
Tu amigo te sacó del pijama y te llevó de parranda para recordarte que eres mucho más sexy de lo que crees. ¡Y lo logró!
3. Cuando estuviste tan ebrio que te sentías un tonto

Todas esas copas demás hicieron efecto y caíste en un pozo de inseguridades tan profundo que era casi imposible salir. Pero tu amigo estuvo presente para recordarte que no eres ningún tonto.
4. Cuando perdiste a un amor
Tenías el corazón destrozado y el alma en el suelo, pero fue tu BFF quien levantó los pedazos, los reconstruyó y te ayudó a salir adelante. Tu amigo te recordó que la persona más importante del mundo eres tú y que si alguien no puede amarte por lo que eres no te merece.
5. Cuando lo arruinaste todo y la culpa te estaba destruyendo
Tu amigo te hizo comprender que eres un ser humano y como tal cometes errores, y que eso no te hace mala persona.
6. Cuando te sentiste un fracasado

Cuando todo parecía estar cuesta arriba y cada paso que dabas era en falso, tu amigo estuvo ahí para salvarte el pellejo y recordarte que no todo estaba perdido.
Amigos como estos no se encuentren todos los días. Valora los amigos que tienes a tu lado, sin importar lo mal que te sientas contigo mismo. Créeme, los amigos verdaderos siempre tienen una buena respuesta para todo.
- Te identificarás: «Además de mi amigo, eres mi hermano y por eso, quiero que sepas esto»









