Siempre parece que es imposible usarlos, que nunca es la ocasión justa, pero aquí, estas personas reales, que capturamos con la cámara fotográfica por las calles de la Gran Manzana, nos alientas y nos inspiran a llevarlos con estilo.
Francesca Beltrán
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Los sombreros de fieltro de ala ancha se convierten en una efectiva manera de resguardar la cabeza del frío a la vez que juegan con un elemento de elegancia y atrevimiento.
Getty
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Esta es una versión mejorada del sombrero Bowler o Derby, el emblemático de los detectives de finales de Siglo XIX, pero este, al tener una copa más alta, se vuelve más moderno.
Francesca Beltrán
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En los años 50 todos los señores en Nueva York salían a la calle con su pelo bien peinado y un sombrero. Esta prenda, sin embargo, con la informalidad imperante en la moda entró en desuso y desapareció del panorama. Hoy son los amantes de la moda, los que quieren darle de nuevo un lugar protagónico a tan noble accesorio.
Francesca Beltrán
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El verano es ideal para sombreros de palma tejida como el Panama Hat y el Fedora, el invierno, por su parte, hace que los sombreros más formales en fieltro, como el Stockman, sean los favoritos de los señores que quieren redefinir la elegancia.
Francesca Beltrán
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El sombrero Floppy es una de esas piezas que ha permanecido durante siglos en el armario femenino. Una interesante apuesta es buscar uno que tenga dos colores diferentes en su copa y en su ala.
Francesca Beltrán
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El sombrero tipo rejoneador, heredado de las corridas de toros, es uno de los más interesantes de la temporada. Su ala recta y compacta lo hace elegante y fácil de llevar.
Francesca Beltrán
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Los sombrero más pequeños como este, tipo Schoolboy (típico de los niños cuando iban a la escuela) o el Cloché, que fue el que usaron las mujeres de los años 20, solo le vienen bien a mujeres de caras muy finas porque enmarcan mucho su redondez.
Francesca Beltrán
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Parece ser que los hombre del Siglo XXI han recobrado su poderío estilístico y están recogiendo viejas costumbres que los hacía llevar más accesorios y verse más formales.
Francesca Beltrán
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La moda masiva ha hecho que el sombrero sea una prenda accesible y fácil de comprar. Aunque algunos consideren un pecado no usar uno hecho a mano por un milliner (sombrerero), otros simplemente disfrutan de poder llevar una pieza que antes era de lujo.
Francesca Beltrán
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Muchos piensan que llevar un sombrero es una osadía, pero hoy en la calle empieza a ser el accesorio por excelencia.