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Ni Daenerys, ni Sansa: Brienne fue la reina de la alfombra roja con su flameante vestido

Todos nos preguntamos quién se sentará en el Trono de Hierro en el último episodio de Game of Thrones. Si quitamos a Jon Snow (un momentito, Nieve, no es personal), el resto de las contendientes son Daenerys, Cersei e incluso Sansa, de acuerdo con una interesante teoría. Pero en esta ocasión quien se llevó la corona fue Brienne de Tarth.

A la actriz Gwendoline Christie le gustan los personajes femeninos poderosos, como la Capitana Phasma en la nueva saga de Star Wars y Brienne en GoT. Pero ella también siente pasión hacia la alta costura, y con sus trabajos como modelo plantea que no existe una sola forma de ser femenina.

Para el estreno de la octava y última temporada de la épica serie, Gwendoline desfiló con un vestido impresionante. Entre llamas y humo, Brienne lució una prenda con un estampado que podría haber salido de una batalla contra Drogon.

El diseño se veía increíble incluso estando de pie y sin moverse. Pero cuando Gwendoline comenzó a jugar con la prenda, se creó una detonante ilusión óptica. También parecía una foto del espacio tomada por la NASA, ¿no crees? Eso o una obra de arte en un museo.

Su atuendo fue diseñado por Iris van Herpen, una artista holandesa que de manera atinada nombró a este modelo como "explosión de alquimia". Gwendoline sabía muy bien que el efecto resaltaría más si, como la modelo, levantaba la tela del vestido a sus costados

Como el original vestido brillaba por sí mismo, no fue necesario acompañarlo de accesorios ostentosos. Gwendoline Christie sólo lo complementó con un par de delicados aretes largos y un maquillaje natural. Sin un collar, el profundo y delicado escote destacó por su cuenta.

No sabemos quién se quedará al final con el Trono de Hierro, pero por lo pronto Brienne de Tarth se convirtió en la mejor vestida de todo Westeros.

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