Lifestyle

Entrevista a María Luisa Ortiz, diseñadora colombiana

Nos encontramos frente a una mujer que con una firme determinación e iniciativa convirtió su nombre en sinónimo de elegancia y distinción, lo que le ha hecho ganar el reconocimiento de todo el circuito de la moda como una de las mejores diseñadoras del país.

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El tener una meta clara desde el inicio le ayudó a llegar donde está pues esta motivación le permitió enfocarse y superar los obstáculos que se le fueron presentando, desde llegar a un país con un idioma que desconocía hasta comenzar su empresa en la casa paterna.

Y ese devenir ha dotado a María Luisa Ortiz de una visión que fusiona la perspectiva de la moda europea con la colombiana, donde hasta hace muy poco no se tenía en cuenta el cambio de estaciones al ser este un país ubicado sobre la línea del Ecuador.

La llegada de las grandes marcas ha ido cambiando paulatinamente esa tendencia, pues ya se comienza a pensar más en “colecciones”.

Una mujer hecha a pulso

Ecole de la Chambre Syndicales de la Haute CoutureFue allí donde tuvo la oportunidad de trabajar para diseñadores de la talla de Christian Dior y Christian Lacroix, mentores que le dieron la sólida formación que pone en práctica hasta la fecha en todos sus diseños.

Cuando regresó a Colombia instaló su taller en el “comedor de la casa de su papá”, como ella misma dice entre risas, donde comenzó a afianzarse, hasta que en 1996 monta su taller independiente comenzando a trabajar sobre medidas.

Tres años después abriría su primera boutique con una línea de Prêt-à-porter que le dio la experiencia para comenzar a participar en varias ferias de Latinoamérica.

De esta época recuerda con mucho cariño su participación en el proyecto “ identidad Colombia”, donde se impulsaba la moda artesanal para elevar la calidad de vida de las comunidades artesanas del país.

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Otra línea de trabajo que comenzó a desarrollar en el 2009 fue la asesoría a empresas, donde a través del vestuario concebía la identidad corporativa que cada compañía quiere proyectar.

Actualmente está casada con el fotógrafo Salvatore Salamone, quien es recordado por sus trabajos para la revista Soho durante varios años y con el que tiene a su adorada Cecilia, “toda una internauta”, como ella la describe.

Siempre se ha considerado una mujer que invariablemente piensa con antelación el uso y el espacio de cada prenda que va a vestir, pues de esto depende el éxito de lo que quiere comunicar.

De su oficio

El hecho de haber estudiado unos años de Economía en la Universidad de los Andes, le dio la disciplina del aprendizaje que aplicó en su formación en París, lo que le valió hacer sus pasantías con dos de los más exclusivos diseñadores de Europa.

Desde muy joven, además de su perseverancia, tuvo muy claro cuál era la meta a donde quería llegar: tener su propia empresa, donde su nombre y su marca fueran reconocidas. Y en la actualidad, esto es una realidad gracias al trabajo que desarrolla junto a artesanos, en talleres que se encargan de la alta costura y una fábrica con la que elabora los uniformes.

Hoy día presta asesorías tanto a empresas de corte corporativo como a clientas de una forma mucha más personalizada, donde cada una de ellas tiene unas necesidades y tipos de ropa específicos, de manera que cada vestido diseñado es único y muy personal.

Todas estas líneas de ropa tienen su sello, el de una mujer con un estilo individual sin ser recargado o estrafalario, amante de los detalles y muy observadora. Son vestidos que benefician las formas de cada mujer, confortables y muy elegantes.

Así es María Luisa Ortiz, una colombiana que deja huella en todo lo que hace gracias al amor y dedicación que deja impregnado, no solo en su trabajo sino en cada detalle de su vida.