Por Angélica Gallón S.| El código de vestido ‘Black tie’ indica que las mujeres deben llevar vestidos largos y los hombres saco y corbata negra (o corbatín). Pero aunque estas indicaciones parecen muy claras hay un amplio universo que puede hacer que las invitadas se equivoquen. Sobriedad y elegancia son lo correcto, pero Michelle Obama también ha infundido algo de riesgo.
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Inspirados en el vestido negro de amplia cola creado por Vera Wang, que eligió la Primera Dama el año pasado, escogimos como primera opción para la cena de estado de hoy este vestido de la casa Saint Laurent presentado recientemente en las pasarelas de París. Una mezcla perfecta entre elegancia clásica pero deslumbrante. Aunque el corte es tradicional el toque de las hombreras en forma de triángulo lo hacen moderno.
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Aunque como si se tratara de una boda, todos los invitados deberían estar lejos de la elegancia que ostente la Primera Dama, es políticamente correcto llevar algo de dramatismo como lo propone este vestido Valentino. Eso sí, si se eligen plumas, transparencias y encajes, lo mejor será llevar colores muy sobrios, para que no se pierda el toque ceremonioso.
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Se cree que el blanco es un color poco acertado para una gala, pero lo cierto es que con las lecciones y atrevimientos de las estrellas de Hollywood, que en los Premios Oscar pusieron este color como el nuevo emblema de la elegancia, no sorprenderá que alguien apueste hoy por un vestido en seda y encaje como este de Chanel.
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Aunque el vestido debe ser largo, se acepta ese largo 'Midi' o a media pantorrilla como este que propuso Valentino en su pasarela del Paris Fashion Week. Este corte hace que las mujeres se vean más modernas. Los tonos metalizados, los bordados y tules estarán sin duda protagonizando la noche.
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Para no correr riesgos de verse desmedidamente brillante, se puede elegir un vestido que lleve el brillo (que es infaltable) sutilmente en su tela, como en esta versión de un vestido tipo años 50 de Emmanuel Ungaro.
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Ese 20% de los invitados que, según los vaticinios de del New York Times, serán de los medios y la farándula de Hollywod, podrán arriesgarse a llevar un vestido muy largo con profundas aberturas como este de Ungaro. Esta es una estrategia efectiva para mantenerse conservadora y sexy a la vez.
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Hay que tener cuidado con el dramatismo, una cola muy pronunciada, un escote muy profundo, o quizás mucho vuelo en la falda puede hacer que todos pregunten ¿quién se refundió de evento? Una bata sencilla pero excelsa como esta de Lanvin es una de las decisiones más acertada que puede hacer cualquier invitada.
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Se trata de hacer elecciones sutiles, bellas y elegantes que no desafíen de ninguna manera el protocolo. Este vestido, una vez más de Valentino, de mangas largas y cuello tipo bandeja, es una batola clásica y adecuada para muchos tipos de cuerpos. Hay que mantener mucha discreción con la cantidad de piel que se enseña, los hombros, los enseñó Michelle Obama en la gala anterior, así que están permitidos.