Una mala paternidad incrementa el riesgo de bullying para tus hijos: el abuso, la negligencia o la sobreprotección pueden hacer que el pequeño sea acosado también por sus compañeros. Esto han demostrado recientes estudios hechos en más de 200 mil niños de todo el mundo, en un contexto en el que el acoso escolar parece ser cada vez mayor y más atroz, con el aliciente de las nuevas tecnologías que permiten exponer a la víctima al maltrato de sus agresores.
Una mala paternidad incrementa el riesgo de bullying

La paternidad y el bullying
La investigación realizada por la Universidad de Warwick encontró que la mala crianza paterna influia en el posterior bullying, siendo el hijo agresor o víctima. Sin embargo, es más probable que una paternidad negativa convierta a la larga a tu hijo en un matón, mientras que una paternidad cálida pero firme puede ayudar a nuestros hijos a no ser el blanco de burlas de sus compañeros de colegio.
Tanto en víctimas como agresores, el bullying deja huellas durante toda la vida: estos niños son más propensos a desarrollar problemas de salud física, sufren de depresión y ansiedad, y aumenta significativamente sus tasas de autolesión y suicidio. Por esta razón es tan importante reducir el bullying, y la clave está en lo que pasa en casa antes de ir a la escuela.
Para eso, es importante crear programas educativos a los padres sobre crianza positiva, una crianza donde reinan el calor, el afecto, la comunicación y el apoyo. Se considera crianza negativa el abuso, la negligencia, la mala adaptación y la sobreprotección paternal, frente a algunos aspectos positivos como la crianza autoritaria, la comunicación padres-hijo, la participación de los padres, la calidez, la supervisión y el afecto.
Aunque parezca extraño, la sobreprotección aumenta el riesgo de bullying en los niños, ya que estos padres no buscan dar apoyo sino proteger y amortiguar todas las vivencias negativas de sus hijos. De esta forma, crían hijos más vulnerables ya que nos les enseñan a enfrentarse a la situaciones negativas de la vida, en pocas palabras, no se les fomenta la autonomía y la afirmación, lo que los hace un blanco fácil de los matones.
Sin lugar a dudas, una mala paternidad aumenta el riesgo de bullying, por eso hay que estar atentos a la crianza de nuestros hijos, y darnos cuenta de si estamos siendo lo suficientemente responsables con ellos.
¿Tus hijos han sufrido acoso escolar? ¿Cómo has manejado la situación?









