Llamar a mamá cuando vivimos solas es un clásico, mira por qué

¡Estamos orgullosas de nosotras mismas! Hemos logrado esa tan ansiada independencia que también nos tomó de sorpresa y nos enseñó que, en cuanto a tener una casa, no sabemos nada, ¿no?

Por eso, y porque la extrañamos a veces mucho (pero esto no se lo cuenten a la mía), hay varias cosas por las que llamamos a mamá cuando vivimos solas.

¿Me pasas de nuevo la receta del arroz?

¡Básico! Pero te volviste a olvidar la receta. ¡Y bueno, nunca hice arroz! ¿Solución? Tomo el móvil y disco el número de casa de mi madre que eso sí lo sé de memoria. ¡Listo!

¿Recordaré la receta o no?

¿Qué tomo para la gripe?

No hay momento de transición a la independencia mayor que la primera vez que te enfermas, pero de esas fuertes, y ya no vives con tu madre. ¿Qué hago? ¡Ni idea!

Y, entre tú y yo, claro que la quisieras ahí con un té caliente y el medicamento adecuado, pero luego recuerdas que eres una MUJER INDEPENDIENTE, y la pasas.

¿Cómo era que funcionaba el lavarropas?

Y mamá ya pasa todas las instrucciones: separar la ropa por colores, la cantidad de jabón según el lavado, no le pongas suavizante a las toallas… Y podríamos seguir hasta mañana. Y ahí es cuando una se pregunta: ¿Y yo iba a lavar así? ¡Menos mal que he llamado a mamá!

¿Cómo saco una mancha de….?

Sí, anoche tuviste un percance con el vino y manchaste tu blusa favorita. Y, como ni idea por dónde empezar, mamá al teléfono.

Mamá, se me ha descocido una camiseta, ¿cómo hago?

Y ahí mamá contestaría: “tranquila, hija. Puedes traerla y yo la coso”. ¡Grande, Ma!

¿Puedes ir conmigo al médico mañana?

Sí, un poco grande para pedirle a mamá que me acompañe al médico, pero… ¡Y bueno, seguro le encanta que ya nos vemos y podemos charlar!

Sí, algún día vas a poder ir sola, por ahora aprovecha.

Se me perdió una chaqueta de colores, ¿está por ahí?

¡Típico! Acabas de recordar que tenías una chaqueta que combina justo con el look que quieres ponerte, la buscas y… ¡No está!

- “Tiene que estar en lo de mamá, la voy a llamar…”

¿Por cuántas de estas cosas por las que llamamos a las madres viviendo solos tuviste que hacerlo tú? ¡Yo me declaro culpable de varias!

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