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¿Las andaderas son buenas para tu bebé? Esto es lo que dice una experta

El ciclo natural de crecimiento de bebés indica que su desarrollo motor primero le permitirá arrastrarse, luego se sentará, con el tiempo logrará gatear y finalmente podrá pararse y caminar. Así, sin apurar su aprendizaje con andaderas, ya que estas hacen que demore en caminar por sí mismo y sin apoyo.

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Aprender a gatear no es poca cosa, ya que al ejercitar sus músculos y cuerpo, el bebé desarrolla las habilidades para coordinar sus extremidades, mientras aprende a moverse por sí mismo y se entrena física e intelectualmente para calcular su espacio y desplazarse con libertad. En entrevista para el periódico La Nación, la pediatra Catalina Cuéllar, especialista en ortopedia, asegura que el desarrollo motor, es decir el movimiento del bebé, va de la mano con el desarrollo mental.

Las andaderas enseñan a los bebés a caminar con las piernas estiradas y abiertas, les dificultan calcular el peso que deben aplicar en sus pies al apoyar su cuerpo, les impide balancear adecuadamente las rodillas, nada de esto sucede de forma natural cuando en edad temprana aprenden a estirar sus piernas poco a poco y tomar impulso por su propia fuerza. Según estudios, como el publicado por el Diario Iraní de Neurología Infantil, el uso de andaderas podría interferir en el aprendizaje apropiado de caminar y puede retrasar el desarrollo motor en la infancia temprana.

Por lo anterior, se recomienda que bebés tengan movimiento libre, es decir que tengan espacios para descubrir su movimiento y su cuerpo. Deben pasar algún tiempo en el suelo, o superficie lisa y segura en la cual pueda desplazarse, gatear, ponerse de pie e intentar recorrer los espacios. La teoría del movimiento libre en bebés fue postulada por Emmi Pikler (1902-1984) una pediatra húngara, convencida de que el desarrollo motor de los niños y las niñas sucedía de forma espontánea y sin necesidad de apresurarse.

Recomendaciones para permitir el movimiento libre en bebés

  • Asegurar un vínculo afectivo entre bebé y sus adultos responsables, para que tu bebé se sienta seguro y se anime a caminar por sí mismo.
  • Mantener la intervención adulta al mínimo, las personas que cuidan a tu bebé se limitan a ofrecerle la seguridad necesaria para que explore sus espacio y entorno y observar su desarrollo.
  • Confía en la capacidad y la iniciativa de tu bebé para iniciar y desarrollar su movimiento en el momento en que se sienta preparado para hacerlo, de forma espontánea y sin presiones externas.
  • Respeta el ritmo de tu bebé y su maduración individual para lograr un desarrollo armónico del equilibrio y lateralidad, los cuáles irán fortaleciéndose poco a poco.

Ahora que ya sabes más sobre los efectos de la andadera en tu bebé, promueve su libertad de movimientos y vele crecer a su propio ritmo. Deja de intentar enseñarle cómo sentarse, pararse o caminar, porque no es tan beneficioso para tu bebé como pensabas.

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