Dicen que tratamos a las mascotas como a hijos...
La silueta de tu mascota podría indicar cómo alimentarás a tu hijo, según este estudio

¿A quién se le ocurre hacer semejante comparación? Tal vez esto es lo primero que piensas al leer el título de este artículo. Pero te sorprenderás más al saber que existe una base sólida para hacer esta afirmación.
Son muchos los adultos que no tienen hijos pero sí mascotas y tratan a estas como si fueran verdaderos niños. Entonces, ¿si una persona sobrealimenta a su mascota sería esperable que también sobrealimentara a un futuro hijo? El razonamiento parece lógico, y es la conlcusión a la que llegó el profesor James Mc Williams de la Universidad de Texas.
Mc Williams se interesó en saber si existe una relación entre la personalidad de los dueños de las mascotas y los animales. En su búsqueda por encontrar una respuesta, analizó un estudio publicado en la revista British Journal of Nutrition y realizado por Alexander J. German, un miembro de la Universidad de Liverpool. Si bien el estudio no refiere al vínculo entre adultos y sus mascotas, Mc Williams entiende que hay una relación porque las personas tratamos a nuestras mascotas como a nuestros hijos.
Es interesante lo que el autor del estudio puntualiza, que las actitudes que adoptan los adultos en relación a su alimentación es la misma con la que predisponen a los seres a su cargo a una buena o mala alimentación. De este modo German indica que existe una relación entre la personalidad de los padres y la forma en que alimentan a sus hijos con el sobrepeso de los pequeños.
Basándose en estas semejanzas y de la comparación crianza-vínculo entre el propietario y su mascota y entre padres e hijos, es que James Mc Williams infiere que la silueta de tu mascota podría indicar cómo alimentarás a tu hijo.
¿En qué se basa el estudio?

Para hacer el estudio, German se basa en lo que llama "el entorno familiar de los alimentos". Se refiere a los momentos o circunstancias en los que los miembros de una familia consumen alimentos, la relación entre padres e hijos, y el tipo de alimentos que los niños encuentran en la casa. Por ejemplo, cuántas horas de televisión miran al día los niños, si los niños comen de pie, en la mesa y en familia, o solos y mirando televisión, cuántos alimentos azucarados están a disposición de los más pequeños, cómo mitigan ellos las ansias de comer por aburrimiento y si los padres son autoritarios, indulgentes o que no se involucran.
De un total de 560 niños que promedian los 6 años, el investigador halló que a cuantas más horas miraban televisión, mayor es el índice de obesidad. Otro dato interesante es que los padres autoritarios son los que inducen a que los niños tengan atracones de comida, mientras que los indulgentes favorecen la obesidad porque premian a sus hijos el buen comportamiento con snacks y golosinas, además de ser permisivos y no poner límites.
En el plano animal, los dueños de animales que son autoritarios no ofrecen aperitivos ni golosinas a sus mascotas, y les dan de comer cada día en la misma hora y en igual cantidad y forma. En cambio, los dueños indulgentes no son estrictos en el horario y les ofrecen snacks y sobras de comida sin restricciones.
La relación parece asombrosa. ¿Qué opinás tú? ¿Crees que el modo en que una persona alimenta a su mascota podría ser una señal de cómo alimentará a su hijo?









