En la semana anterior te hablé sobre las diferencias entre la dislexia y la disfasia, ahora quiero completarte la información con consejos para tratar la dislexia y la disfasia, de este modo podrás saber cómo actuar ante un niño o niña con cualquiera de estos dos trastornos.
Consejos para tratar la dislexia y la disfasia

La evolución de los trastornos suele ir acompañado de más síntomas, por ejemplo entre los 3 y los 5 años el niño con dislexia podrá tener un desarrollo más tardío en el habla y tendrá que acudir a un logopeda a causa de tener dificultades en su pronunciación. También es posible que tenga problemas para las rutinas o el aprendizaje memorístico.
Cuando el niño tiene entre los 6 y los 8 años se apreciará más una dificultad entre grafema y fonema, en problemas lógico-espaciales y sobre todo en la memoria secuencial, presentando incluso dislalia. Hasta los 11 o 12 años confundirá números, letras e incluso cambiará el orden de las palabras, teniendo dificultades de comprensión lectora.
Vemos que no son pocas las dificultades que presentará el niño con dislexia o disfasia pero, ¿sabrías cómo tratarlo?
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En la escuela
Si eres un maestro de escuela quien está leyendo estas líneas seguro que sabrás de qué hablo cuando estoy hablando de estos trastornos, pero es posible que necesites algo de orientación para tratarlo en tu clase ya que estos niños necesitarán una atención profesional adecuada.
Deberás enseñarle a leer con diversas estrategias que le haga además de estar motivado y contento, tener un aprendizaje igual que sus compañeros. A continuación, te comentaré lo que veo más apropiados teniendo en cuenta que en el aula hay más compañeros que deben ser atendidos:
- Dale palabras de aliento ante su esfuerzo.
- Enseña la vinculación entre grafemas y fonemas para crear palabras.
- Refuerza la lectura en voz alta con tu ayuda.
- Motiva al niño a que tenga paciencia para escuchar la lectura y repetir las palabras.
- Enseña estrategias divertidas como escribir en el aire o en el suelo con tizas cantando los sonidos. También puedes emplear plastilina, murales y colores... lo que veas conveniente pero que le ayude a recordar el orden de las letras en las palabras.

En cuanto a la disfasia, el niño que lo padece también deberá tener una atención especializada para la compensación visual, necesitará que se le hable con calma, claridad y repetir siempre que sea necesario el mensaje. Es imprescindible que exista un buen vínculo entre el maestro y el alumno para potenciar también el lenguaje no verbal.
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En casa
Si eres una mamá o un papá con un hijo con dislexia o disfasia debes saber que desde casa también se deben trabajar el problema, porque no sólo es importante la detección sino la actuación para tomar cuanto antes las medidas de corrección oportunas.
Si tu hijo se acerca mucho al papel para leer pero no tiene problemas de vista, se cae mucho al suelo y tiene mucha desorganización no significa que sea un desastre, significa que tienes que estar alerta y acudir a un profesional.
Desde casa deben reforzar los ejercicios que trabajen con los profesionales y hacerle entender que no le ocurre nada malo. Jamás le compares con sus hermanos o con niños que tienen un desarrollo más normalizado, cada niño es un mundo y deberás respetar su ritmo.
El apoyo emocional de la familia resulta imprescindible para que el niño se sienta motivado y vea que es capaz de superarse, solo necesita trabajar un poquito más para conseguir resultados excelentes.

El papel del logopeda
Es importante que el niño que tiene alguno de estos trastornos acuda a un logopeda para que pueda enseñarle todas las técnicas adecuadas para mejorar su desarrollo del lenguaje.
Nunca se deben utilizar técnicas agresivas de tapar los ojos o utilizar lentes de colores porque nada tiene que ver el trastorno con algún defecto visual.
Sigue estos consejos para ayudar a tu hijo a tratar la dilexia y la disfasia, y no olvides darle tu apoyo y hacerle sentir que no es un niño raro o diferente por tener algún tipo de trastorno del habla y el lenguaje.









