Barreras que dificultan la comunicación con los hijos adolescentes

La comunicación y el diálogo con los hijos adolescentes es imprescindible para que la relación y el vínculo que existe entre padres e hijos se vea fortalecido. Sin embargo, existen algunas barreras que impiden que la comunicación con los hijos adolescentes sea de manera fluida y exista una buena confianza entre padres e hijos, y por eso es adecuado que sepas cuáles son esas barreras para que puedas detectarlas y derribarlas.

Diferente generación

La edad y la generación hacen mella en la relación entre padres e hijos adolescentes y sobre todo en el pensamiento que cada uno tiene, es decir, la forma de ver la vida y los valores. La época y la niñez no es la misma y es por esto, que el contexto social en el que se encuentra tu hijo influye de sobremanera en la comunicación, puesto que nada tendrá que ver con la niñez que tuviste tú en el pasado.

El cansancio

La vida cansa. El trabajo, los quehaceres para llevar la casa, la educación de los hijos... las jornadas diarias parecen que se quedan cortas y que faltan horas en el día para llegar a todo. ¿Te suena?

Hablar de un tema importante con los hijos es esencial para no solo conocerles a ellos, sino también para conocerte a ti mismo, así que si un día te sientes muy agotado, pospone esa conversación importante para cuando estés más relajado, pero sin que pase mucho tiempo. Anótalo si es necesario para recordarlo.

Nuevas tecnologías y redes sociales

Ya no solo la televisión es un competidor directo de la  comunicación con los hijos, ahora también los smartphones y los ordenadores con conexión a internet, hace que estén todo el día chateando con sus amigos y esto hará que estén distraídos de cualquier conversación familiar.

Es importante que eduques a tus hijos respetando la comunicación directa entre las personas y que tengan respeto y sepan marcar distancias adecuadas en cuanto al uso de estas tecnologías. Usarlas está bien, pero siempre con moderación.

Diferentes horarios

A causa de los trabajos, los horarios no suelen ser siempre los más adecuados y esto hace que los miembros de la familia se vean muy poco tiempo durante el día. Es posible que los padres tengan un horario laboral incompatible con los horarios escolares de los hijos. ¿Qué ocurre? Que las comidas familiares se quedan en el aire y este espacio es un espacio de comunicación esencial.

Es por esto que si los horarios son incompatibles, es adecuado buscar momentos en el día en el que los puedan pasar todos juntos en familia.

Comunicarse con los hijos adolescentes es importante para ayudarlos a transitar una etapa importante en su desarrollo como personas. Como padres y madres debemos acompañar a nuestros hijos en su adolescencia, no ser una carga pesada para ellos, por lo que el diálogo es la vía para ser sus mejores compañeros.