Lifestyle

4 cosas que aprendí siendo mamá

Imagen Thinkstock

La maternidad nos ofrece un curso acelerado y “gratuito” para aprender muchas cosas que de otra manera serían imposibles de adquirir en tan poco tiempo. Al menos, esta es mi visión en base a la experiencia que tengo.

PUBLICIDAD

1. Aprendí a ser paciente

Era una persona verdaderamente ansiosa, no era capaz de esperar por nada y siempre buscaba la forma de acelerar los procesos. Cuando no era posible hacerlo porque estos escapaban de mi control, la frustración se apoderaba de mí. Pero, al llegar el primer niño todo cambió, y de ahí en más, con sus hermanos, los cambios fueron inimaginables y muy notorios. 

Para criar a un hijo se requiere de mucha paciencia, el aprendizaje, las situaciones por las que tienes que atravesar y hasta para asistir a cada reunión de padres del colegio o para aguardar en la sala de espera del pediatra, la paciencia es un ingrediente imprescindible.

2. Conocí el dolor

A lo largo de mis 40 años he pasado por infinidad de situaciones como todo el mundo, algunas muy fuertes y otras más llevaderas. Luego están las buenas y muy buenas por supuesto, pero las fuertes y dolorosas creía haberlas pasado. Sin embargo, estaba equivocada. Creo que no existe en la vida un dolor más profundo que el que se puede sentir cuando la vida de un hijo está en peligro y no puedes hacer nada para evitarlo, o me rectifico, creo que la pérdida de un hijo debe ser peor. Doy gracias de no haber experimentado ésta última.

Créeme, si eres madre y crees que estás en una situación difícil y sufres por ello pero tus hijos están saludables, esto es lo que cuenta. Apóyate en eso para salir adelante y conseguir fortaleza.

Imagen Thinkstock

3. Tuve que aprender a ser más consciente

Y es algo que continúo aprendiendo. Cuando te das cuenta de que cada cosa que dices y haces es tomada al 100% por tus niños, es cuando realmente comienzas a darte cuenta de que tienes que pensar para luego actuar con cuidado, pero creo que más que nada con coherencia para evitar enviar mensajes contradictorios que luego provocan conflictos y hasta culpa. Porque al darte cuenta de que has sido el ejemplo de la conducta que tu hijo sigue es cuando también llega la culpa, un sentimiento horrible que es mejor no tener.

PUBLICIDAD

4. Aprendí a poner límites

Es otra de las cosas que sigo aprendiendo con mi hijo pequeño. Tuve una educación muy sobreprotectora y por lo mismo soy de las personas que defiende la libertad. Le he dado libertad en extremo a mis hijos sin saber cómo poner límites por miedo a que se sintieran controlados, pero la vida me ha traído situaciones a nivel personal en las que he tenido que aprender a poner límites por mi bien y también he tenido que aprender a poner límites con mi último hijo sabiendo que es por su bienestar.

¿Y tú, qué has aprendido de ser madre?