En una edición del foro mundial de diseño más famoso del momento -el Design Miami (designmiami.com)- que destaca por incluir representantes de todos los continentes, la presencia latinoamericana tiene momentos estelares.
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Firma Casa, de Sao Paulo, es la primera galería brasileña en ser aceptada en la feria. Ahí expone Cangaco, la nueva colección que los hermanos Campana diseñaron en exclusiva para ellos. Inspirados en los muebles tradicionales del noreste de ese país, los que vemos en Design Miami fueron elaborados por los máximos representantes del diseño brasileño contemporáneo en colaboración con el artesano Espedito Seleiro.
Francesca Beltrán
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La representación brasileña se complementa con una banca en madera de jacaranda creada por Joaquin Terreiro, el diseñador de muebles que, a pesar de haber nacido en Portugal, se convirtió en uno de los grandes protagonistas del movimiento moderno de Brasil -que empezó a llamar la atención a nivel internacional en los años 50. El mérito de haber traído la pieza es de la galería R & Company, de Nueva York.
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La galería de la colombiana Cristina Grajales (quien desde Manhattan se ha convertido en una gran promotora del diseño contemporáneo) incluye en su booth una mesa de centro creada este mismo año por la mexicana Gloria Cortina, quien dirige una firma de interiorismo. Titulada Golden Universe, la pieza tiene un patrón geométrico que mezcla bronce, plata y una poco común variedad de obsidiana dorada.
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La ADN Galería, de México, participa en la sección Curio con un proyecto de Eduardo Olbés, escultor y diseñador de muebles oriental, que vive y trabaja en el pueblo mexicano de Tepoztlán. La colección -más escultural que utilitaria- mezcla obsidiana, jade negro y madera, y lleva por título Sobre el reflejo: espejos humeantes y otras vanidades, en referencia al simbolismo que tenían los espejos de obsidiana para las culturas prehispánicas.
Francesca Beltrán
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FR-EE, el despacho del arquitecto mexicano Fernando Romero (autor del Museo Soumaya, en la ciudad de México, y yerno de Carlos Slim), presenta El sol, una esfera con 2880 cristales de Swarovski, de cuatro variedades distintas. Los cristales fueron cortados uno por uno ex profeso para cubrir la estructura de la pieza, que mide una millonésima parte del sol y está destinada a ser uno de los sets más recurrentes para los selfies.