Los desfiles de Alta Costura son lo más excelso que existe en materia de moda. Aquí los mejores momentos que presentó la casa Chanel en una puesta en escena que hizo de las modelos unas muñecas.
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Pantalones que se convierten en la más fina expresión de la elegancia acompañados de capas bordadas a mano. La Alta Costura inventada a mediados del Siglo XIX por Charles F. Worth aún conserva su esencia: se trata de ropa hecha sobre medida o pedido con horas de trabajo a mano.
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Perfecta invocación a la silueta que capitalizó Coco Chanel en los años 20 en la que se liberó a las mujeres del corsé y se creó un corte a la cadera. El modo y el largo de la falda es como devolvernos a los mejores momentos de ese baile libarador llamado charleston.
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En un majestuoso escenario, Lagerlfeld le dio vida a clásicos de la marca como la chaqueta de tweed y abotonadura y los culottes, esos pantalones que Coco Chanel tomó prestados del armario de los hombres y que convirtió en cómodas faldas.
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La marca francesa combina alta tecnología con tradición artesanal. En esta chaqueta tipo bomber, tan de moda por estos días, se puede ver el trabajo combinado de impresión 3D, que es lo que da el volumen, con las flores bordadas a mano.
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Lejos de esperado, "El Kaiser" de la moda se sacudió del mono color y apostó por estampados florales, que irrumpieron en la pasarela con vibrantes tonos y brillo.
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Los bordados complejos y voluminosos marcaron la apuesta de Chanel que combinó elementos étnicos y pesados en telas vaporosas. De eso se trata la Alta Costura de piezas únicas que nunca más se van a repetir.
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Al final del desfile, Karl Lagerfeld apareció con su más preciada pieza: un vestido de novia que desafía la silueta tradicional e integra una chaqueta hecha con impresión 3D. Una pieza invaluable por la calidad de sus bordados.