La fiebre del oro ha devastado la flora y fauna de esta región amazónica. Esta tragedia ecológica está provocando severos daños a la salud de la población, especialmente por la contaminación por mercurio. El gobierno, a sólo días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, declaró el estado de emergencia en varios distritos del sur del país, donde opera la minería ilegal.