Mascotas
Le dan el viaje de su vida
Después de darle malas noticias sobre su perro, un hombre le proporcionó un largo paseo.
Malas noticias le dieron a Poh la última vez que fue al veterinario: su salud estaba empeorando gravemente.
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Para un perro de 15 años mantenerse sano es todo un logro, y Poh no fue la excepción: tenía problemas renales incurables, así como tumores en hígado, riñones y tobillos.
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Su humano, Neil Rodríguez decidió darle a su compañero de 15 años el viaje de su vida.
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Así fue como el DJ neoyorkino, su esposa y el perro hicieron maletas y saltaron a la aventura.
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“Hola a todos, mi nombre es #Pohthedog. Me veo como un cachorro, pero tengo 15 años, 105 años perro, y aunque soy joven de corazón y mi mente despierta, mi cuerpo está pasando por el proceso natural de la vejéz”, se presentó el perrito en su primera foto en sus redes sociales.
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Desde entonces, su historia y su viaje los ha compartido con sus más de 100 mil seguidores.
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Ese viaje fue la última gran hazaña que hizo Poh antes de descansar.
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Los tres visitaron 35 ciudades a lo largo de Estados Unidos.
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¡Están disfrutando cada día, cada foto, como si fuera el último!
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En el viaje que duró aproximadamente siete semanas, la mayoría del tiempo Poh la pasó en un carrito verde debido a los débil que lo dejaba la enfermedad.
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Un dragón se convirtió en mascota de Poh en Borrego Springs.
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En Santa Monica el perrito disfrutó de un parque de diversiones.
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¡El perrito chocó autos! ¡Ah, no! Está en el Rancho de Cadillac, en Amarillo, Texas.
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Cuando estaba en San Antonio, Texas, tuvo mucho sueño. Por eso se quedó a dormir un rato.
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Nada como disfrutar de unas fantásticas cosquillas en la barriga acostado en la Explanada Nacional.
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También le gusta rascarse en la noche.
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¡Le gusta posar al lado de estrellas! Nadie tan famoso como Pedro Picapiedra.
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Él es fan de cierto famoso animal, por eso lo visitó en el Paseo de la Fama de Hollywood.
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El paseo por Los Ángeles lo puso de muy buen humor al lado de Neil y su esposa, Yuko Ogino.
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Un retrato familiar se hicieron cuando regresaron a casa, en NYC.
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Entre ciudad y ciudad, Poh hacía ejercicios para mantenerse saludable.
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Él pasó por Las Vegas, pero no se pudo quedar. Tenía que seguir con su viaje.
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Debajo del Puente de Brooklyn, Poh también buscó algo para divertirse y encontró esta preciosa vista.
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El día que tomaron esta fotografía, la salud de Poh estaba bastante grave, por lo que lloró un poco. Pero es un fuerte can que salió adelante.
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Le encanta la playa de Jersey Shore. No hay nada como sentir la arena en sus patitas.
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Un poco de bronceado también le vendría bien, ¡por eso se relajó en la ventana!
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“La gente cree que yo cuidaba de Poh, cuando es él quien cuida de mí”, afirmó Neil ante una cadena de televisión.
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Está de nuevo en su casa, en Nueva York, disfrutando sus últimos días antes de partir.
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