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Tenemos estos motivos para no olvidar la masacre en Orlando

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El pasado 12 de junio, la discoteca gay Pulse, en Orlando, se convirtió en el objetivo del tirador Omar Mateen, quien disparó en su interior provocando la muerte de 50 jóvenes que pasaban una noche de fiesta y diversión en el club.

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Una masacre que no solo provocó la reivindicación contra el terrorismo, sino también a favor de un colectivo LGBT que se volvió más fuerte que nunca tras la terrible desgracia. Y es que tenemos varios motivos para no olvidar la masacre de Orlando.

La gente se olvida

A lo largo de la historia hemos sido testigos del potencial masivo al que se han visto expuestos diferentes sucesos que, a los pocos días, se veían sustituidos por otros nuevos.

En el caso de Orlando tememos que sucederá lo mismo y es precisamente por este motivo por el que queremos confirmar nuestra empatía con el tema, pues además de terrorismo el contenido homófobo del mismo dice mucho de los resquicios de una sociedad occidental en la que también aún queda mucho por hacer. 

Hijos y sus madres

Durante los días posteriores a la masacre, en la red surgieron diversas capturas de conversaciones de sistemas de mensajería en los que muchos hijos se despedían de sus madres desde un cuarto de baño del que intuían no volver a salir vivos.

Tanto por ellos como por esas madres mantener nuestro recuerdo es más que necesario. 

El colectivo LGBT

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Hasta hoy día hemos sido testigos de diversas reivindicaciones en torno a una situación LGBT mucho peor en países de continente como África o Asia.

Sin embargo, la ofensa no había sido tan grande hasta el pasado 12 de junio en el que más banderitas multicolor que nunca poblaron las redes sociales, y personas que apenas habían empatizado antes con la lucha antihomófoba se dignaron a aportar su granito de arena. 

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Los afectados

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Los familiares de los 50 fallecidos durante el tiroteo nunca olvidarán lo ocurrido, pero especialmente tampoco las personas que fueron heridas o que incluso se vieron postradas en silla de ruedas tras los acontecimientos.

Por ellos también merece la pena tener en cuenta esta situación.

La lucha contra el terrorismo

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Según un estudio de la Universidad de Vermont, el terrorismo es la palabra más triste del mundo. Un planeta que durante los últimos meses se ha visto asolado por atentados en París, Nigeria, Turquía, Bruselas u Orlando que requieren de una concienciación aún mayor que en cualquier otro momento.

Porque malas intenciones aparte, la facilidad para provocar dolor y sufrimiento ha alcanzado vías en las que el control de un simple camión o la toma de una discoteca son suficientes para desatar el terror.

Estos motivos para no olvidar la masacre de Orlando focalizan en la concienciación de una situación actual en la que la homofobia y el racismo parecen estar más latentes que nunca en ciertas culturas y religiones. Un panorama a tener en cuenta a la hora de aportar nuestro granito de arena, renunciar al miedo y poder construir un mundo donde la paz no sea solo una canción de John Lennon.