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La respuesta que esperabas: por qué sientes hambre por la noche y cómo pararlo

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¿A quién no le ha sucedido despertar a altas horas de la noche con ganas incontrolables de comer un dulce?

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Si te sientes identificada y sabes que esa mala costumbre alimenticia no es buena para ti y que debes abandonarla cuanto antes, ¡aquí está tu salvación!

No tienes hambre de verdad...

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Por mucho que pueda sorprenderte, la realidad es que lo que sientes no es verdaderamente hambre. Si has realizado tus cuatro comidas adecuadamente, o al menos has tenido una cena sustanciosa, no deberías sentir demasiado apetito.

Prueba en pensar en otra cosa y tal vez olvidas esa ''necesidad de comer'' que sentías.

Producto del cerebro

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El culpable de tu falsa sensación de ''hambre'' no es otro que tu cerebro. Luego de un estudio científico, se comprobó que los sistemas de saciedad y de placer son menos responsivos y generan estímulos más débiles en la noche. Eso podría explicar también por qué no sólo tendemos a comer más cantidad de comida sino que tendemos a elegir alimentos poco saludables y ricos en grasa.

¿Por qué no tuve mi desayuno?

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Una mañana más en la que priorizaste dormir 5 minutos más sobre desayunar. Y ahora es cuando sufres las consecuencias... Desayunar hará que tu hambre vaya en descenso a lo largo del día, ya que en cada comida te sentirás más satisfecha.

Pero si en lugar de tener un desayuno adecuado, optas por ir aumentado tus raciones de comida a lo largo del día, en la medianoche te arrepentirás... Ya que tus niveles de saciedad serán menos estimulantes, y necesitarás comer más para sentirte saciada.

Más información: 5 desayunos rápidos y fáciles para mujeres ocupadas

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Suficiente sueño

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Otra razón por la que puedes sentir necesidad de ingerir mucha comida en la noche es porque no duermes suficiente, o duermes muy mal. Si no descansas las horas necesarias, tu sensación insaciable aumentará y te encontrarás revisando desesperadamente los cajones de tu casa en busca de un chocolate, una vez más.

¿Cómo lo soluciono?

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Ahora que comprendes la razón de tu hambre voraz en la noche, no tienes más excusas para que continúe invadiéndote. Si realmente no logras levantarte para desayunar intenta preparar tu desayuno la noche anterior, y por la mañana solo restará calentarlo. También recuerda que dormir suficiente ayudará a que no aparezcan esas ganas irremediables de comer.

Y si sientes que no puedes controlar tus inaguantables ganas, prueba comiendo snacks más saludables, como frutas que ayudarán a saciarte y olvidar el apetito.

Si sigues estos consejos, rápidamente desaparecerán esos molestos pero tentadores antojos nocturnos ante los que siempre terminas rindiéndote.

Ver también: Cómo evitar los ataques de hambre