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La mitad de las plantas curativas se encuentran en peligro de extinción

Malas noticias para nuestro tema, estimados lectores. Un estudio de la Organización Internacional para la Conservación en jardines Botánicos (BGCI) ha arrojado datos sumamente preocupantes que dejan un gusto amargo a cualquier persona vinculada al ámbito de las plantas medicinales.

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La cadena internacional BBC ha sido la encargada de divulgar los datos a los que me refiero, y las conclusiones que se pueden extraer de ellos es que cientos de plantas medicinales de invaluable importancia se encuentran en peligro de extinción por diversos factores.

Las plantas a las que este estudio hace referencia no tratan ni la tos ni los resfriados, sino que están asociadas a enfermedades de notoria importancia, tales como el cáncer, el sida o la demencia.

Hablamos de plantas como el árbol del Tejo , por ejemplo, el cual está vinculado a la curación del cáncer. Esta planta es especialmente valiosa, aunque su consecución es todo lo contrario, pues para elaborar una sola dosis se precisa la corteza de seis ejemplares vivos.

También vinculada al cáncer están en peligro de extinción la mitad de las variedades de la planta magnolia. De estas plantas se extrae una muy popular sustancia, el honokiol, la cual ha sido utilizada por la medicina tradicional china y japonesa a lo largo de 5.000 años. Pero más allá de su vinculación con el cáncer (particularmente con la leucemia), el honokiol también está asociado a la cura de las enfermedades cardíacas y la demencia.

Otras plantas también en peligro son el crocus de otoño, la cual se utiliza para el tratamiento de la enfermedad de la gota, o también la hoodia, una planta africana utilizada por grupos de la zona para reducir la sensación de hambre en sus largas travesías por el desierto.

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Más de un 50% de los medicamentos tienen origen en las plantas curativas, y hablamos que cerca de 400 plantas medicinales están en serio peligro de extinción. Los factores causales a los que se apunta como responsables es el aumento de colecciones tanto privadas como públicas, y, por supuesto, a la deforestación de nuestro planeta.

Los datos a los que hago referencia además de preocupar dan mucha lástima, pues hablamos de cerca de cinco mil millones de personas que se ven beneficiadas por los beneficios curativos de estas plantas. Tan lamentable como cierto, aunque es más lamentable que un fenómeno como la deforestación aún no conozca límites. Ya no es cuestión de esperar a ver qué ocurre, los efectos se están produciendo.

VIA | El Universal