La maca contra los malestares menopáusicos

Todas las mujeres llegamos sin lugar a dudas a una edad en nuestras vidas en la que nuestro organismo cambia y nos trae distintos tipos de malestares, que generalmente son difíciles de controlar, ya saben a lo que me refiero, la menopausia.

Para atenuar esos malestares se han buscado mil formas, y entre en Los Andes peruanos se encontró un vejetal que es muy idóneo para tratar los malestares causados por la menopausia, además cabe destacar que es, obviamente, natural, porque son muchas las mujeres que no se tratan por no confiar en otro tipo de alternativa que no sean naturales.

Estoy hablando de la Maca, planta que ha sufrido un sinfín de investigaciones para determinar con propiedad cuáles son sus beneficios, y se ha llegado a la conclusión de que ésta ayuda en los trastornos de la menopausia porque regula las glándulas de secreción internas, sobre todo tres de ellas: la hipófisis, las glándulas suprarrenales y el páncreas.

Por lo que las investigaciones han comprobado los beneficios de la maca, de los que tantos hablaba la creencia popular, muchas veces se equivoca, pero otras tantas tiene razón respecto a este tipo de cosas relacionadas con plantas de origen milenario.

Muchas son las cosas en las que la maca puede ayudarnos, por ejemplo: hace desaparecer los bochornos de calor y sudores menopáusicos, regula los trastornos emocionales típicos de esta etapa, aumenta la resistencia ante el stress, genera energía muscular y neuronal, disminuyendo la fatiga nerviosa, incrementa los niveles de memoria, combate la sequedad de la piel producida por los cambios hormonales, incrementa la libido, mejora el desempeño sexual en la mujer, disminuye los calambres en músculos y en útero, y aumenta la fertilidad en mujeres con dificultades para concebir

Muchas son las razones para servirse de la maca a la hora de aliviar o evitar los malestares producidos por la menopausia, dignos de ser recordados y agregar la maca a nuestro consumo diario cuando comencemos con esos trastornos hormonales.

Vía | mujerdeempresa