Nada como pasar un buen rato jugando nuestros videojuegos preferidos o conociendo otros títulos populares. Si es entre amigos, mucho mejor. Pero hay una diferencia muy grande entre pasar un rato frente a la pantalla por diversión y perder toda nuestra vida frente a ella. Si bien existen competencias y podemos decir que cada persona realiza su propia elección sobre pasatiempos, según la Organización Mundial de la Salud ( OMS) es necesario diferenciar la adicción a los videojuegos.
¡Hora de apagar la consola! La adicción a los videojuegos es más seria de lo que creías

Ahora, por primera vez, esta adicción forma parte de la Clasificación Internacional de Enfermedades, un manual publicado por la OMS. Aunque no lo creas, esta es la primera actualización que tiene la publicación desde 1990 y es interesante que haya renovaciones después de tanto tiempo.
¿Qué tiene para decir la OMS al respecto?

Vladimir Poznyak, miembro del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias dijo lo siguiente al respecto:
Los profesionales de la salud necesitan reconocer que el desorden del gaming puede tener serias consecuencias. La mayoría de las personas que juegan videojuegos no tienen un desorden, así como la mayoría de las personas que beben alcohol tampoco lo tienen. Sin embargo, en ciertas circunstancias el abuso puede llevar a efectos adversos.
A su vez, esta es parte de la descripción del manual, para poder reconocer cuando es un problema:
Poco control sobre el gaming (frecuencia, intensidad, duración, terminación, contexto) Prioridad creciente hacia los videojuegos al punto de que tome importancia sobre otros intereses de la vida y actividades diarias Continuación o aumento del juego a pesar de las consecuencias negativas
Está claro que no todas las personas que juegan videojuegos por algunas horas tienen una adicción. Existe una lista de nueve síntomas reconocidos que implican un problema, por ejemplo, comportamiento antisocial y ansiedad. Claramente también hay una relación con la cantidad de tiempo, porque no es igual alguien que juega en sus ratos libres, por las tardes o algunas horas a quienes lo hacen más de 10 horas por día, diariamente.
Aún existe mucha discusión al respecto en el mundo de la salud, pero el solo hecho de incluir el problema en un manual implica que hay avances. Quizás en los próximos años tengamos más respuestas sobre la problemática y sus soluciones.







