¡Sí, señor! ¡Sin arrepentimientos ni culpas!
Cómo vivir una “vida bien vivida”

Este es un tema que siempre he querido abordar, sin embargo, me da mucho miedo. Porque después de todo, ¿quién soy yo para decir lo que es una vida bien vivida? Y aun en el caso de que fuera una personalidad, como Oprah o Beyoncé, ¿qué es una vida bien vivida, después de todo?
Y a pesar de mis dudas y temores, voy a abordar el tema porque es algo que me he estado preguntando desde que tengo 15 años, así que luego de 20 años de investigación creo que puedo aportar algo.
¿Qué es una vida bien vivida, después de todo?

Lo primero que pienso es que “una vida bien vivida” es diferente para cada uno de nosotros. El problema es que siento que la mayoría de las personas, cuando piensan en una vida bien vivida, piensan en una imagen sacada de un comercial de seguros de vida. Ya sabes, la familia feliz en una casa grande, con aspecto de buen pasar económico, hijos yendo a un buen colegio privado, un bello coche aparcado afuera, un empleo bien pagado con suficiente tiempo para vacaciones en el extranjero cada año.
Entiendo que esta imagen puede resultar tentadora para algunos, ¿pero para todos? ¿Es posible que los 7.500 millones de habitantes del mundo quieran todos lo mismo? ¡Claro que no! No todos pueden querer vivir esa vida de comercial. Y sin embargo, veo a muchas personas, quizá demasiadas, persiguiendo más o menos los mismos sueños.
Por eso, no me extraña cuando me encuentro con gente que aparentemente un día enloqueció y dejó su megafantástico empleo en una gran compañía para recorrer el mundo en bicicleta, o para dedicarse a rescatar y cuidar perros callejeros.
Qué es para mí una vida bien vivida

Entonces, ¿cómo definir una vida bien vivida? ¿Cuáles son los ingredientes? No tengo una fórmula ni una receta, pero sí algunas pistas de lo que a mí me ha servido.
En primer lugar, uso mi cuerpo para saber si estoy disfrutando de la vida o no. Si estoy saludable y relajada, es porque estoy haciendo lo que realmente vine a hacer, lo que realmente quiero y es mejor para mí. Por otro lado, cuando empiezo a enfermarme seguido y a estar tensa todo el tiempo, es una señal de que algo no está bien y tengo que dejar de hacer lo que sea que esté haciendo porque no es bueno para mí. Sí, incluso dejar empleos megafabulosos en grandes compañías.
En segundo lugar, sigo mi pasión. Probablemente esto lo hayas leído en decenas de artículos y libros, y sin embargo muy poca gente lo hace. Un ejemplo en mi vida es el hecho de vivir en un hostel. Mientras que a mi mente le parece una locura, y dos por tres me da la lata de que debería conseguirme una casa para vivir, ¡el resto de mí está feliz de vivir en hostels!
Así que como consejo adicional, no sigas el consejo de tu mente, porque está condicionada por todo lo que tus padres, maestros, amigos y colegas te han dicho a lo largo de tu vida, mientras que tu pasión te llevará por tu propio camino, aunque se aleje del ideario común de los demás.
Escuchar a mi cuerpo, seguir mi pasión e ignorar de vez en cuando a mi mente son las cosas que, a mí, me han llevado a vivir lo que hoy considero “una vida bien vivida”. ¿Te animas a intentarlo? Y si tienes dudas, presta atención a estas 5 señales de que es hora de CAMBIAR TU VIDA.







