Hemos estado hablando bastante sobre las plantas medicinales, y ahora veremos las formas de preparación y aplicación externa de las plantas medicinales.
Cómo usar las plantas medicinales III

Los emplastos y cataplasmas, por ejemplo, consisten en aplicar directamente sobre el área afectada hierbas frescas, cocidas, secas o en polvo, y luego envolver en tela o gasas.
Puedes aplicarlos en caliente o frío, y se sujetan con una tela o gasa. El emplasto de consuelda se usa para el dolor de torceduras o fracturas, y el de hipérico o corazoncillo para aliviar los dolores musculares o nerviosos.
Las compresas son paños empapados del líquido extraído de la preparación de la planta con agua, en infusiones, cocciones o tinturas diluidas, que se aplican directamente sobre la zona a tratar. Son muy eficaces para aliviar inflamaciones, contusiones, dolores y también para bajar la fiebre. Una compresa preparada con la cocción de flores y hojas de ulmaria es recomendada para los dolores articulares, cortes y quemaduras.
La arcilla se utiliza, igual que las telas y gasas en el caso de las compresas y emplastos, como forma de hacer llegar los principios de las plantas a la zona afectada. La puedes usar mezclada con una infusión o con las plantas trituradas. El tratamiento a base de arcilla y jugo de col es recomendado para los dolores reumáticos, y para afecciones de la piel, puedes aplicar arcilla con cebolla para obtener un cutis fino y curar el acné.
La crema es otra opción. En general se prepara la planta con cera emulsionante, glicerina y agua. La crema permite que los principios de la planta penetren en la piel: son refrescantes y calmantes. Son conocidos los efectos nutritivos de la crema de aguacate, así como la preparada con granos de maíz o con flores de manzanilla.
Puedes utilizar las plantas medicinales en baños. Para ello, agrega al agua del baño una gran cantidad de infusión o decocción. El baño de plantas aromáticas se usa para el tratamiento de muchas dolencias. Puedes bañar todo tu cuerpo o parcialmente, como brazos o pies. Un baño de tomillo es ideal para el resfriado incipiente, pues sus principios se absorben por la piel y el vapor actúa en las vías respiratorias.








