Por lo general cada persona con la que nos relacionamos, sea familiar, pareja, amiga o amigo, nos aporta algo distinto, y cada una de nuestras relaciones es diferente a las demás. De hecho, muchas veces queremos a (o nos llevamos muy bien con) gente que no se soporta entre sí.
Cómo evitar relaciones enfermizas

Por:Univision
Pero aunque las relaciones sean diferentes, es importante que todas ellas cumplan con una característica: ser sanas. Pero ¿cómo te das cuenta de que una relación es enfermiza? Y ¿cómo la evitas? Aquí van algunos consejos:
- Más allá de las preguntas comunes por curiosidad o por circunstancias particulares, no dejes que te exijan explicaciones sobre con quién estás y a quién ves más que a quién. Las personas que te quieren deben confiar en ti y en que los quieres y no ponerse mal si también ves a otras personas o tienes otros amigos.
- No dejes que te culpen por la falta de contacto: las exigencias del tipo "no me llamas nunca" o "nunca puedes venir" no existen en las relaciones sanas (salvo que sean esporádicas y con sincero tono de broma). En primer lugar, muchas veces las personas no se ven con frecuencia por causa de las ocupaciones y obligaciones de las dos, y no de una sola. Y, por otra parte, si no puedes juntarte nunca o si no llamas, ha de ser por una razón, y no tienen derecho a exigirte (repito: salvo que sea una broma o dicho sin tono de enojo y reproche).
- Hazte un espacio para ver a las personas que quieres, y no dependas solo del celular o los e-mails para mantener el contacto. Es importante que veas una vez por semana o cada dos semanas a las personas que quieres.
- Más allá de que todos hacemos cosas por "compromiso" o de favor, evita hacer todo el tiempo cosas que no quieres solamente por hacer un favor o porque no quieres que te "rezonguen". Hacer con frecuencia actividades que no quieres (ir al cine, a discos, a reunirte, o lo que sea) te amargará e impedirá que dediques tiempo a hacer aquello que sí disfrutas.
- Sé objetivo a la hora de los reproches: si alguien se enoja y te reclama algo, piensa primero en si tiene razón o no. Si la tiene, pide disculpas y explícale por qué tuviste esa actitud. Si no, explícale por qué no estás de acuerdo con lo que dice.
- Plantea siempre las cosas que te molestan de las personas que quieres. A veces quienes más queremos nos lastiman o perjudican sin darse cuenta, y es bueno que lo sepan. Lo mejor es plantearlo con sinceridad, preocupación y respeto.
- Si una relación no tiene cura y la persona ya ha demostrado que no cambiará, no tengas miedo de alejarte aunque sea por un tiempo. Intenta ayudarla todo lo que puedes, pero aprende a detectar cuándo ya no hay nada más que hacer y cuándo debes alejarte para que no siga lastimándote.
Y recuerda: no hay nada mejor que curar o eliminar las relaciones enfermizas. Te brindará una gran sensación de paz y tranquilidad.
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