La marihuana es una combinación de hojas, tallos y brotes triturados de la flor de la planta Cannabis sativa. La marihuana puede ser fumada, comida, vaporizada e incluso consumirse por vía tópica, pero la mayoría de las personas la fuman.
Cambios que se producen en el cuerpo bajo el efecto de la marihuana

Cómo afecta la mente la marihuana
La marihuana alcanza los mismos centros de placer en el cerebro que son el blanco de la heroína, la cocaína y el alcohol.
Dependiendo de la cantidad, calidad y forma de consumo, la marihuana puede producir una sensación de euforia –o “ high”– al estimular las células del cerebro para liberar la sustancia química llamada dopamina. Cuando se fuma o se inhala, el sentimiento de euforia es casi inmediato. Cuando se ingiere en los alimentos, se necesita mucho más tiempo, incluso horas, para que el cerebro libere dopamina, según el National Institutes of Health (NIH).
Con frecuencia se informó que otros cambios de humor pueden ocurrir, como la relajación. Algunos usuarios experimentan una acentuación de la percepción sensorial, con colores que aparecen más vivos y ruidos más fuertes. Para algunos, la marihuana puede causar una percepción alterada del tiempo y el aumento del apetito.
El impacto puede variar según la persona, la frecuencia con que han usado la droga, la potencia de la droga, y cuánto hace que sintieron por última vez euforia, entre otros factores.

Otros efectos, de acuerdo con la NIH, incluyen:
- Sentimientos de pánico, ansiedad y miedo (paranoia)
- Alucinaciones
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Dificultad para concentrarse
- Disminución de la capacidad para realizar tareas que requieren coordinación
- Disminución de interés en la realización de tareas
Al bajar la euforia, los consumidores pueden sentirse deprimidos o muy cansado. Mientras que el consumo de marihuana produce una experiencia para algunos, puede aumentar la agitación, ansiedad, insomnio e irritabilidad, según el NIH.
Cómo la marihuana afecta el cuerpo
La marihuana puede causar muchos problemas respiratorios similares a los que experimentan los fumadores de tabaco, como aumento de la tos diaria y producción de flema, enfermedades pulmonares agudas más frecuentes, tales como la bronquitis, y un mayor riesgo de infecciones pulmonares, según el NIDA.
Aunque se pensaba que había una conexión entre el consumo de marihuana y un mayor riesgo de cáncer de pulmón, incluso aquellos que son consumidores de marihuana no parecen estar en mayor riesgo de cáncer de pulmón, según un estudio de 2013 por el Dr. Donald Tashkin, profesor en medicina pulmonar y de atención crítica de la UCLA.
La marihuana también puede aumentar la frecuencia cardíaca, entre un 20 al 100 por ciento, poco después de fumar, y el efecto puede durar hasta tres horas, según el NIDA.
Si bien en general se estima que la marihuana no es adictiva, alrededor del 9 por ciento de los usuarios se vuelven adictos a la misma. Los consumidores de marihuana a largo plazo que intentan dejar de consumir experimentan antojos, irritabilidad, insomnio, disminución del apetito y ansiedad; algunos de los mismos síntomas físicos de los que tratan de dejar de fumar, consumir otros tipos de drogas o alcohol.
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Varios estudios indican que el uso de marihuana puede disminuir la capacidad para combatir infecciones y tener un impacto adverso sobre el sistema inmunitario. La marihuana también puede reducir la producción de esperma en los hombres, y altera el ciclo menstrual de una mujer, de acuerdo con el NIDA.
Conocer los cambios que se producen en el cuerpo bajo el efecto de la marihuana te permitirá tomar decisiones informadas acerca de su consumo. Porque la marihuana no solo sirve para consumo recreativo, sino que hay enfermedades que son tratables con marihuana.







