¿Cuántas veces dejamos que se nos vaya la vida en la oficina? ¿Cuántas veces dejamos a nuestros hijos, hermanos, sobrinos sin jugar solo porque estábamos cansados? ¿Cuántas veces te guardaste los te amo para el amor de tu vida por el maldito orgullo? Fueron muchas, ¿no?
"Antes de decir que no", el post de Facebook más famoso. ¡No podrás dejar de leerlo!


La rutina nos hace olvidar muchas cosas, incluso nos hace creer que no necesitamos algo cuando realmente es ESE el motor de nuestras acciones. Y sin quererlo, la vida se va, se aleja de nosotros para dejarnos solo el envase y nos quedamos con las actividades rutinarias, las que debemos hacer para subsistir. Respiramos, trabajamos, cocinamos... y ¿lo demás? ¿La risa, el amor, el llanto, los amigos?
Una joven escritora argentina de 26 años se hizo estas preguntas y así nació “Antes de decir que NO, morite de amor cagón” un post que se volvió viral luego de ser publicado en su página de Facebook. Maru Leone le dio vuelta la cabeza a más de uno, nos hizo pensar y replantearnos nuestras actitudes.
Maru nos habló de todas las cosas simples de la vida, todas esas cosas que diariamente parecen insignificantes, pero que cuando nos las cuentan todas juntas, nos hacen pensar y mucho.

Aquí te dejamos algunas reflexiones de este hermoso post:
No te quedes con las ganas, el único momento que tenemos para vivir es ese período cortito entre que nacemos y morimos que con suerte son unos 74 años.
“Tirate en paracaídas que tenés más probabilidades de morirte entrando el auto a la cochera de tu casa, cruzando la avenida apurado para ir a laburar, o de un ataque al corazón post-estrés, post-chatarra, post- depresión. Acostate con tu perro y llenate la ropa de pelos, escuchá su corazón... ese sí que late por vos".
Abandoná los miedos, deja que se vayan por donde llegaron, no tienen que formar parte de tu vida. Las cosas materiales no son las que hacen nuestra felicidad.

“Juntate con tus amigos aunque no tengas un puto peso. Siempre hay un paquete de arroz por ahí, o unas criollitas. Juntate con ellos y meate de risa y si los ves con el celular, tiraselos por la cabeza. Putealos, que están ahí con vos... el resto puede esperar. Coman el asado, vayan a la montaña, ponganse en tarlipes en el medio de la calle. Sólo para reír. La amistad sana y no hay antidepresivo que le toque los talones. Viajá. Ahorrá y viajá. Quizá cuando termines de pagar la ropa que te estás comprando ya la hayas dejado de usar. Quizá cuando termines de pagarte tu casa se haya llevado la deuda... toda tu energía. Quizá cuando termines de pagarte el auto te hayas acostumbrado a caminar. Quizá cuando termines de pagar el microondas te des cuenta de que como calentar en el horno no hay. El sommier extra súper archi blah blah "King" puede esperar, mejor una garrafa para la montaña. Escuchame pendejo, viajá”.

Y en el amor... olvidate un poco del orgullo, dejá de inventar excusas para amarlo o amarla. No dejes que la rutina te vuelva loco, no dejes que nada borre el amor y mucho menos pienses que no lo necesitas en tu vida. ¡Se aman! ¡Es eso lo que tienen que sentir, dejen de sufrir sin motivos!
“Decilo todo. Decilo, escribilo, transmití. Sacate la vergüenza de las venas. Decile que la querés, decile que lo amás. Metele un beso para que no se olvide más. Decile que te dormís y te levantás pensándolo/la. Decile, decile todo lo que se te cruce por el bocho. Sé asquerosamente romántico/a. Empachate. Dejá de hacerte el/la duro que todos bien sabemos lo que siente el otro. Así que... decilo. ¿Qué podés perder? Decile lo que te gusta, lo que te enloquece, lo que te excita”.

Un mensaje soberbio y contundente, hecho para reflexionar lo simple de la vida y lo linda que es cuando te sacas la mochila pesada de los estigmas sociales. Lee el post completo en Facebook.
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