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7 situaciones simpáticas y embarazosas que suceden cuando estornudamos en público

El estornudo es una respuesta fisiológica natural, es un reflejo y un intento del tracto respiratorio por proteger al cuerpo. Todos lo hemos experimentado muchas veces, pero igual sigue siendo una situación indeseable para el que estornuda y para los que observan el exabrupto.

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No sabemos bien si esta repulsión por el estornudo se origina de la naturaleza misma del acto o de un asco infundado socialmente aprendido a través de los tiempos. Lo cierto es que si estornudas en público, lo más probable es que te expongas a alguno de los siguientes eventos desagradables. ¿Tienes pañuelos de papel a mano?

1. El mundo se detiene

Cuando urge un estornudo, el cerebro cambia automáticamente a modo de mannequin challenge. Todo se detiene. Por fracciones de segundos el mundo a nuestro alrededor se enlentece hasta que…

2. Se escucha un ruido estruendoso

No importa si sale acompañado de un ruido aparatoso como un trueno o si conlleva ese chirrido agudo que a todos sorprende, en cualquiera de los casos tu estornudo conseguirá acaparar la atención de todas las personas que te rodean.

3. De momento eres el foco del lugar

A veces estás haciendo algo importante o estás luciendo la mejor ropa de la fiesta, y sin embargo tienes el estatus de un fantasma. Pero si se te escapa un estornudo, en cuestiones de segundo todos se dan cuenta de que existes, y no por algo positivo. Por arte de magia te conviertes en el foco ( infeccioso) del lugar.

4. La gente se protege como si tuvieras la peste

Los que están cerca de tí reaccionan al alarmante soplo de diferentes maneras. Unos se alejan, otros voltean la cara, otros sin ninguna pena bloquean sus vías respiratorias con lo que tienen a mano, mientras que los menos discretos fruncen el ceño y te miran como si fueras un bicho raro. ¿Qué pasa, nunca antes han visto un estornudo?

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5. Se liberan fluidos corporales

Este es quizás el aspecto más antihigiénico de todo el asunto, especialmente si no tienes a mano pañuelos desechables, desinfectante de manos o un lavamanos.

6. Lloras sin estar triste

Otro despliegue de fluidos, pero mucho menos preocupante.

7. Y a veces se repite

Lo más pesado de todo es que algunos estornudos son como los terremotos: tienen varias réplicas. Entonces nos toca vivir todo lo anterior una y otra vez en cuestión de minutos, como si una no fuera suficiente.

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