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6 situaciones por las que seguro has pasado si lees en el transporte público

Leer en el transporte público es todo un ritual. Algunos lo realizamos para aprovechar el tiempo entre cada trayecto, otros para olvidarnos del estrés y la mayoría porque simplemente amamos leer.

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Pero como todo ritual, leer en el transporte consiste de acciones significativas que siempre (o casi siempre) ocurren. Así que no me dejarás mentir, si te gusta leer en el transporte público, has pasado por todo esto:

1. No poder cambiar la página

Si vas parado tienes que ingeniártelas para sostener el libro con una mano y sujetarte con la otra. El hecho de tener las dos manos ocupadas implica idear una técnica que solo aprendes con el tiempo: cambiar la página con el pulgar.

2. Emocionarte demasiado 

Esto nos ha pasado a todos: querer gritar, llorar o reír a carcajadas por algo que sucede en la historia. A veces lo hacemos, pero las miradas de los demás gritan “cállate”.

3. Pasarte de parada por estar leyendo

Estás tan metido en la lectura que no te diste cuenta de que debías bajar hace dos paradas (¡!). Entonces no queda más que bajarte y caminar hacia tu destino.

4. Perder la concentración cuando alguien va hablando por teléfono

O cuando un par de amigos va platicando. ¡De verdad odio esto! Suficiente es el ruido del autobús y los claxons de los automovilistas, para tener que soportar las voces de las personas en el transporte.

5. “Enamorarte” de otro lector por un microsegundo

Esa sensación que tienes cuando ves leer a otra persona en el transporte es única, sobre todo cuando está leyendo un título que ya leíste o algo que mueres por leer.

6. No querer bajarte porque llegas a una parte importante de la historia

Esta es la peor situación: estás por terminar un capítulo y justo en ese momento tienes que bajarte del transporte.

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:(

Eso y más es lo que tenemos que pasar los lectores en el transporte, ¿qué otra situación agregarías?