Si alguna vez alguien te dijo que eras demasiado buena considerándolo un cumplido, quizá te hayas sentido halagada. Pero ser demasiado buena tiene un lado negativo, y es que muchas veces toleramos personas y situaciones que no deberíamos soportar, o por más tiempo del recomendado.
5 problemas que solo las mujeres demasiado buenas entenderán

Por eso sé que te sentirás identificada con estos problemas que sufrimos las mujeres demasiado buenas.
1. Perdonar a alguien que no lo merece
Las mujeres demasiado buenas suelen sentir compasión por quienes las rodean, incluso aquellas personas que les han fallado o las han traicionado. Y uno de los errores comunes es perdonar a alguien que no lo merece.
No es que no debamos perdonar, sino que no debemos olvidar ni exponernos a ser heridas otra vez por personas que no nos respetan ni nos cuidan.
2. Permitir que otros abusen

Si eres una mujer demasiado buena, seguro conoces la expresión: “le di la mano y me agarró el brazo”, con la que nos referimos a esas personas egoístas que se aprovechan de nuestra buena voluntad. El problema aquí es aprender a poner sanos límites y obligar a otros a respetarlos.
3. Dificultad para decir que no
Otra característica típica de las mujeres demasiado buenas es que no saben o les cuesta mucho decir que no. Desde ayudar a su mejor amiga a mudarse un domingo a las 6 de la mañana hasta acompañar todas las tardes a su abuela a la plaza a alimentar a los pájaros, simplemente nos cuesta negarnos cuando vemos que alguien nos necesita.
4. Sentirse culpable cuando se anteponen a otros

Si cuando finalmente decides hacer lo que quieres sin tener en cuenta a otros te sientes culpable, es una clara señal de que eres una mujer demasiado buena.
5. Sientes que otros no te toman en serio
He sufrido esto toda mi vida y ha sido algo difícil de superar, el lograr que a pesar de mi temperamento optimista y amigable me tomen en serio. Lo mejor es hablar con la persona para expresar tus sentimientos y expectativas, y en caso de que la situación continúe, evitar relacionarte con esas personas que no te toman en serio o no te valoran.
¿El antídoto para dejar de sufrir por ser demasiado buena? No es volvernos malas, sino más egoístas de manera sana, dejando de tratar de complacer a todo el mundo y siendo más fieles a nosotras mismas. Por cierto, las optimistas compartimos estos 7 rasgos, ¿eres una de nosotras?







