4 señales de que eres un influencer (o te estás convirtiendo en uno)

Últimamente, hemos escuchado mucho hablar de los influencer. Pero, ¿ qué es un influencer de verdad?

Muchas veces, confundimos este término con la fama, cuando famosos e influencer en realidad son diferentes. Mientras el famoso tan solo es famoso, el influencer influencia. Y, mientras el famoso se destaca por sus millones de seguidores, el caso de los influencer puede ser diferente.

«El número de followers no es lo fundamental», advirtió el experto en la temática Carlos Páez, en un evento de Band of Insiders sobre el tema. «Un influencer se descubre por la posición que ocupa en la red, sea del tamaño que sea». «Son nodos extremadamente pequeños que están generando una interacción al nivel de una celebridad sin saberlo», añadió Páez, de acuerdo a la revista Forbes.

Entonces, volviendo al tema que nos interesa: ¿serás tú también un influencer sin saberlo? Para finalmente descubrirlo, mira cuáles son las sutiles señales.

1. Generas reacciones

Como dice Páez, el número de seguidores no es la clave. Lo importante, en realidad, es tu relación con ellos. No sirve de nada tener 1 millón de seguidores si no les interesa nada sobre ti. La clave es generar reacción en ellos, transmitir.

Supongamos que tienes una red de 500 personas. Si entre esas 500, un 50 % o más le dan like a todos tus memes, a tus fotos de Instagram o ven tus historias de Snapchat, felicidades, eres un influencer.

Sí, es verdad, eres un influencer dentro de una red de 500 personas. Pero eres un influencer de todos modos: estás influenciando a tu red, aunque no sea tan grande. ¡Un influencer a pequeña o mediana escala! Y eso es importante.

2. Marcas tendencia

En resumen, ser influencer es marcar tendencia. Pero, como la envidia mata, muchas veces no nos damos cuenta de cómo marcamos a los demás. Si Facebook te permitiera ver el alcance de tus publicaciones, te sorprenderías.

¿No te ha pasado de compartir un meme y que nadie le de like pero que te lo roben? Eso es marcar tendencia. Si bien los pinches envidiosos de tus amigos no te dieron like, marcaste tendencia al compartir el meme y que todos los demás también lo compartan. En resumen, eres tú el guía espiritual, quien comanda y decide dónde para el tren del mame.

Lo mismo sucede cuando miras una serie y los demás comienzan a verla, o si compartes en tu muro un meme del Señor Mantequilla y, de pronto, a todos tus amigos les comienza a gustar el Señor Mantequilla, cuando antes ni siquiera lo conocían. Como cuando Michael, de Zoey 101, puso de moda la palabra «tripiante», que aún se usa. ¿Acaso no es tripiante?

3. Tú creas el desmadre

En la sociedad actual, los temas de debate candente son cada vez más comunes. Tal vez tú, como muchos de nosotros, escribes tus opiniones de distintos temas en las redes sociales y tus amigos te leen. Más tarde, ya sea porque están de acuerdo contigo o no, los ves discutiendo sobre ese tema.

Tal vez no lo habías pensado así, pero estás «creando agenda». Crear agenda es poner sobre la mesa un tema de debate para que sea debatido. El rol de los influencer también es ese: hablar de temas tabú para generar consciencia y debate.

Si tú eres el encargado de llevar arena al muro de tus amigos, el que arma todo el desmadre, el que monta el pollo, eres un influencer, estás creando agenda y estás decidiendo sobre qué se debate.

4. Le interesas a las marcas

¿Te ha contactado una marca famosa de ropa para que subas a Instagram una foto con sus prendas o hagas una reseña positiva en tu blog de moda? Pues podrías ser un influencer. En la actualidad, las marcas buscan cada vez más a los pequeños blogueros pues, a ojos del público, una opinión positiva de ellos vale más que la de un famoso.

Por ejemplo, si un instagramer con millones de seguidores recomienda una marca de maquillajes, ¿le creerías? Tal vez no, ya sabes que se trata de publicidad. En cambio, si un bloguero o bloguera con pocos seguidores hace una reseña sincera, su impacto será mucho mayor, pues goza de buena credibilidad.

La publicidad de un famoso es como la de la televisión: no es demasiado creíble, ¿no crees? En cambio, la publicidad de los influencers pequeños, es como el boca a boca. Al no ser famosos, los pequeños influencer se sienten mucho más cercanos, como si fuera un amigo quien te recomienda el producto.

Como indica Páez, en estos influencer de pequeña escala está la clave. El truco es no convertirlos en famosos o publicistas: mantener la frescura que la fama o el dinero podría quitarles. Como el mismo Páez señala, «si los eliges bien, con 10 puedes tocar el 90% de la red».

Tal vez, hasta ahora, esto no te ha sucedido. Pero, a medida que las marcas comiencen a explotar esta estrategia, las ofertas aumentarán. Si una marca famosa de ropa, de videojuegos o de cualquier otro producto, te contacta y te regala cosas, comienza a prestar atención: podrías ser un influencer sin saberlo.

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