4 mentiras que siempre creemos los que somos demasiado inocentes para este mundo

Cada vez que alguien me dice “¿en serio lo creíste?” me siento la persona más inocente de este mundo. Muchos dicen que soy demasiado ingenua y que por eso puedo creerme casi cualquier cosa. Poco me importan esos comentarios, porque creo que ser “demasiado inocentes” nos hace especiales, ya que aún somos capaces de maravillarnos y sorprendernos de situaciones o acciones cotidianas. ¿Te sientes identificado?

1. El invento de los vecinos     

Ves a tus vecinos con muchas herramientas y cajas, pasan los días y ves más herramientas y escuchas ruidos extraños. Sin duda que los vecinos tienen una actitud sospechosa, pero no te cuestionas mucho qué estarán haciendo. Hasta que llega tu hermano y le cuentas el movimiento y el ruido que hay en la casa de al lado. “ ¿No te has enterado aún? Es increíble, pero al parecer los vecinos tienen un convenio con la NASA, y todo hace pensar que están construyendo el cohete del siglo”, comenta con gran convicción, y claro que solo hace falta su seriedad para creerle, ¿por qué no? ¿Acaso el vecino no puedo ser un ser brillante?

2. La nueva palabra incorporada por la RAE

Hace varios días que tus plantas se ven mal, le hechas agua y las cuidas, pero parece que se están muriendo. Le preguntas a tu novio qué puede estar sucediendo y solo escuchas de él una palabra: Melantropiara. ¿Qué es eso? Según él es una enfermedad de las plantas y poco puedes hacer para salvarlas. Y bueno, nunca la habías escuchado antes, pero Melantropiara parece que está relacionada a las plantas, y además es una bonita palabra para incorporar al vocabulario.

3. El superanimal

Vas a una reunión familiar a la casa de los abuelos de tu novio, y claro que está el tío que siempre hace chistes y no para ni siquiera mientras come. Cuando de repente ves al perrito que hace un salto magistral en busca de un palito, algo nunca antes visto, y cuando el tío ve tu asombro, te comenta lo que sucede: “¿Viste qué asombroso? En realidad ‘Tilo’ es un perro con poderes o algo así. Estuvo desaparecido por cinco días, y cuando volvió era capaz de saltar muchísimos metros y hasta creo que puede volar”. Tu cara de asombro es momentánea, nada más mágico que un perro con poderes.    

4. La ciudad maravillosa

Te vas de viaje, pero antes quieres asesorarte con tu amigo sobre la ciudad que visitarás, ya que él la conoce de sobra. Solo hace falta que le preguntes qué puedes hacer en la ciudad para que no pare de hablar: “Es una ciudad hermosa, y hasta creo que la más hermosa del mundo. Justo al lado del hotel a donde vas hay un circo, es maravilloso porque la mayoría del personal del circo trabaja también en el hotel, así que no te sorprendas si un payaso te lleva el desayuno”. Abrir la puerta del dormitorio y encontrarte con un oso no parece algo de todos los días, pero nunca se sabe, todo puede suceder en este mundo increíble.

Sí, es verdad, somos demasiado ingenuos para este mundo de mentirosos. Pero la inocencia nos hace más felices...

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