¿Mi piel se acostumbra a las cremas?

Eres una iMujer y te preocupa la belleza y la salud de tu piel. Por eso, utilizas cremas hidratantes a diario. Ahora bien, ¿sabías que las malas lenguas dicen que la piel termina por acostumbrarse a las cremas que usamos y que, debido a esto, sus efectos no son siempre los mismos?

Nosotras nos preguntamos, ¿será verdad?

La pregunta del millón: ¿Es necesario cambiar de crema con el paso del tiempo?

En realidad, sí. Pero, ¡la culpa no es de las cremas! Es verdad: los cambios de estos productos de belleza suelen ser más evidentes durante los primeros meses de uso. Con el paso del tiempo, los efectos no son tan notorios. Pero, ¡tranquila! Tu piel no puede desarrollar ningún "mecanismo de defensa" que la vuelva inmune a los efectos de las cremas hidratantes. Por lo tanto, es imposible que se produzca el tan temido "acostumbramiento".

Seguramente, en este momento te estarás preguntando: "¿Por qué, entonces,  la crema que uso no produce el mismo efecto que antes?". Pues, no es que tu piel se haya acostumbrado a la crema que usas, sino que se ha transformado en función de ella. En otras palabras, eres tú quien se ha acostumbrado a los efectos de la crema -no tu piel-.

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¡Recuérdalo! La piel está en constante cambio

Nuestra piel (al igual que nuestro cuerpo) está en constante cambio y va modificando sus necesidades. Por este motivo, es lógico que requiera otros tipos de productos con el correr del tiempo, ya sea por la aparición de arrugas, por la falta de firmeza o inclusive por los cambios estacionales. Entonces, es vital que consideres estos factores a la hora de evaluar la efectividad de tus cremas.

Por fortuna, esto tiene solución, pues en el mercado existe cada vez más productos especialmente diseñados para hacer frente a todos estos cambios. Así, por ejemplo, hay cremas con colágeno y elastina para darle una mayor firmeza a tu piel o cremas con ácido hialurónico para disimular las arrugas de expresión.

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En conclusión, hablar de que la piel se acostumbra a las cremas no es correcto. En realidad, y tal como acabamos de ver, cuando notamos que el producto ya no hace el mismo efecto que antes, significa que ya nos brindó todo su potencial y que nuestra piel tiene ahora otras necesidades. Así que, ¡tenlo en cuenta!