¿Alguna vez lo pensaste? Es una tendencia que crece alrededor del mundo y que puede hacerte ganar unos billetes o conseguir un producto excepcional a bajo costo. Pero, ¿en verdad lo harías?
¿Deberías vender o comprar productos de belleza usados?

Un hábito que crece
Si bien a algunas les puede parecer extraño, lo cierto es que hay muchas personas que venden en línea sus productos de belleza usados en determinadas páginas especializadas en el tema. Más bien se crearon para que la gente pueda comercializar maquillajes que tienen en casa y no utilizan, y que les pueden servir a otras chicas.
En general se trata de productos de marcas costosas, que fueron comprados por alguien que al final casi no los usó y que prefiere venderlos antes que tenerlas ocupando espacio. Es una buena opción si notas que cada vez tienes más y más cosméticos que en realidad no utilizas. Piénsalo bien, ¿cuántas veces te compras cosas y al final terminas usando lo de siempre?
Esta forma de comercialización es perfecta para marcas exclusivas y productos discontinuos, difíciles de conseguir, por los que alguien está dispuesto a pagar y a usar, aunque sea de segunda mano.
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¿De verdad te pondrías productos usados?
Esa es otra cuestión. Todo bien a la hora de vender, total es nuestro y se lo damos a otra persona. Pero es diferente cuando te toca a ti comprar y aplicarlo en la piel.
La gran ventaja de comprar cosméticos de segunda mano es que son más baratos, y pueden servirte para probarlos y ver si de verdad valen la pena. También puedes conseguir de esta manera aquellos productos que en donde vives no tienes la posibilidad, o que son importados. Entonces, si con buenos precios consigues productos fabulosos de buenas marcas, ¿por qué no hacerlo?
Es simple, porque un producto de belleza usado puede venir con bacterias que causan enfermedades y que van directamente a tu piel.
Los cosméticos son personales, y si se intercambian con otras personas pueden transmitir gérmenes capaces de enfermar, generar infecciones y hasta acné.

La conclusión es personal
Hasta aquí te conté qué es lo bueno y lo malo de vender y comprar maquillajes usados, pero la decisión solo puedes tomarla tú. Por un lado, los beneficios económicos son ineludibles. Existen y son reales. Pero por el otro, está el riesgo a la salud, con el cual debes decidir si quieres jugar o no.
Y tu, ¿qué dices de comprar o vender tus cosméticos? ¡Cuéntanos!









