Cameron Diaz, una de las actrices más amadas de los años 90 y principios de los 2000 reveló hace unos meses por qué se alejó tan abruptamente de la farándula hollywoodense, así que es muy raro saber de ella en estos tiempos, al menos en eventos públicos.
Criticaron a Cameron Diaz por salir sin maquillaje, pero ella no le debe 'belleza' a nadie

Sin embargo, recientemente aparecieron unas fotografías que muestran a Cameron sin una sola gota de maquillaje y con ropa casual transitando por las calles, y no se hicieron esperar las despiadadas críticas por la apariencia de la actriz.
@LaBomba_Televen #BombaExplosiva Cameron Diaz fue denigrada por su irreconocible aspecto pic.twitter.com/Rk3iAjBKid
— Moisés Martínez (@moiseselectro) September 11, 2017
Usuarios en redes sociales se están preguntando qué pasó con Cameron Diaz y por qué luce tan "descuidada" a sus 45 años.
Etiquetaron a CAMERON DIAZ de estar vieja, arruinada y GORDA por estar vestida con Jean y camisa. Ah listo, me suicido acá.
— Magdalena (@aldanaferreras) September 2, 2017
El problema no es que Cameron haya envejecido, todas las personas lo haremos tarde o temprano, el problema es que hay quienes siguen utilizando despectivamente el "vieja" o el "gorda" para describir los cuerpos que ni siquiera son suyos porque creen que tienen el derecho de calificar a las mujeres.
Mientras que a los hombres se les juzga por sus éxitos, a las mujeres se les juzga por su apariencia.
El bodyshaming a Cameron Diaz no es novedad, esta sociedad critica a todas por igual, que si es actriz y "debe cuidarse", que si es cantante y "debe bajar de peso", como Rihanna que fue duramente criticada a causa de la gordofobia.
No importa el estatus ni el estilo de vida, tampoco importa si pertenecen al mundo de espectáculo o es una simple fotografía en Facebook, las mujeres somos el blanco fácil de una sociedad machista que nos exige ciertos estándares de belleza, que si no cumplimos "fallamos".
Pero ni Cameron Diaz, ni tú, ni yo le debemos ninguna explicación sobre nuestra apariencia a nadie. O en palabras de Diana Vreeland:
«Tú no tienes que ser bonita. Tú no le debes belleza a nadie. Ni a tu novio/ cónyuge / pareja, ni a tus compañeros de trabajo, especialmente a los hombres al azar en la calle. No se la debes a tu madre, no se la debes a tus hijos, no se la debes a la civilización en general. La belleza no es una renta que pagas por ocupar un espacio marcado como "mujer"».
Basta de opiniones sobre nuestros cuerpos. No queremos piropos, queremos respeto.
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