Actualmente, el tener una huerta con hortalizas en el jardín es una cosa que está de moda. De esta práctica se derivan unos resultados que son súper beneficiosos pues los productos que genera nuestra huerta son de máxima calidad y completamente ecológicos. A todo esto debemos sumarle las horas de entretenimiento que pasaremos dedicados a nuestra huerta.
Una huerta en nuestro jardín

Un fruto de nuestra huerta, recién cortado, es una cosa completamente distinta a los que se pueden conseguir en los supermercados; un vegetal recién cortado de la huerta apenas ha perdido las vitaminas y minerales que nos puede aportar. Además de estos aportes nos dará tiempo, salud y entretenimiento con las horas que le dediquemos.
A la hora de preparar y planificar nuestra huerta debemos tener en cuenta algunas cosas básicas, como por ejemplo el terreno que destinaremos a este espacio. Esto dependerá del terreno del que dispongamos, pero para que nos hagamos una idea con una parcela de aproximadamente unos 20 metros cuadrados podremos cultivar para todos los meses del año. El terreno debe de ser arenoso o arcilloso y que drene bien el agua acumulada. Las labores de riego y abono deben ser planificadas con antelación, así mismo debemos tener en cuenta los factores climáticos y tener presente que una helada puede afectar el trabajo de muchos meses.

El calendario de plantación es muy amplio teniendo, cada época, una especie determinada, muy pocas especies se pueden plantar durante todo el año en concreto, como ser el rábano y los guisantes. El mes predilecto de los vegetales es septiembre aquí se pueden plantar la mayoría de las hortalizas: apio, remolacha, pepino, sandias, tomates, acelgas, maíz y pimientos.









