Ser impulsivas y espontáneas en la adolescencia trae estas consecuencias...
Seguro cuando eras adolescente hiciste estos 6 cambios en tu habitación y ahora te arrepientes


¡Ahh! ¡Qué linda la adolescencia! Aunque sea una de las etapas más lindas de nuestra vida y a la que siempre queremos regresar cuando vamos creciendo, también es de las etapas más complicadas. Predomina la rebelión y la transgresión, es el inicio de nuestras primeras pasiones y de la búsqueda de un estilo personal.
El problema es que esos cambios no solo se quedaron en nosotras, sino que siempre terminábamos reflejándolos en nuestra habitación. Cuando veas estos 6 errores que comúnmente todas las adolescentes cometen con la decoración de su dormitorio sabrás a lo que me refiero.
1. Escribir o dibujar en las paredes

¡No lo hagas! Probablemente tu arrepentimiento sea muy grande luego. Puede suceder que notes que con el tiempo las palabras o frases escritas dejaron de tener sentido en tu vida actual, o simplemente que la letra es fea o desprolija.
Lo mismo puede suceder si en aquel momento eras muy fanática de una serie o dibujo animado, y se te ocurrió la grandiosa idea de dibujar tu propio diseño del personaje que más te gustaba en la pared de tu habitación.
2. Pegar fotos o carteles con cinta adhesiva
Otro error, de los peores creo. No solo facilita que la pintura de la pared se pele, sino que además probablemente dejen las marcas de la cinta y cambie el color del lugar en donde estaba pegada.
3. Llenar las paredes de clavos

No sé cuál es el motivo, pero en nuesra adolescencia nos vienen esas ganas locas de tener todo lo que nos gusta en nuestra habitación, pero no guardado, sino bien a la vista.
Por eso solemos colocar clavos por todos lados para poder colgar murales, pinturas, adornos y un sin fin de objetos que lo único que hacen a largo plazo es destrozar nuestro dormitorio. Cuando caes en la cuenta, tu habitación ya tiene todas las paredes con marcas de cinta, descascaradas y, todavía, rotas.
4. Colocar cosas en el techo

Si de por sí ya es complicado pegar cosas en las alturas, imagina lo que es quitarlas mucho tiempo después. ¿Por qué será que nos atraen tanto esos adhesivos que brillan en la oscuridad? Con el pasar del tiempo vemos como van perdiend el brillo y el color, parecen sucios y le dan un toque desagradable a tu habitación.
Bien, decides quitarlos, pero... ¡no puedes! Podrán perder su buen aspecto, dejar de brillar, pero lo que nunca pierden es el pegamento. Te deseo mucha suerte intentándolo si de pequeña tuviste la idea de adherir todo el sistema solar y unas cuantas estrellas a tu techo...
5. Quitar la puerta y colocar cortinas

Cuánto habras extrañado tener una puerta si anteriormente tuviste esta idea. Cuando empiezas a cansarte del ruido permanente de la cortina que se mueve todo el tiempo con el viento, ya deja de gustarte. Y todavía creces y quieres tu privacidad. Entonces, ¿por qué cambiaste tu puerta por una cortina?
6. Pegar adhesivos en las ventanas y espejos

¿Qué problema tenemos con los adhesivos cuando somos más chicas? No podemos ver un espacio vacío porque ya le estamos colocando un adhesivo, de lo que sea, eso no importa. Seguro haya sido divertido en su momento, pero ahora que te has dado cuenta de lo poco estéticos que se ven y de toda la iluminación natural que te quitan, ya perdió la gracia.
Inevitablemente tienes que recurrir a productos químicos para removerlos, ya que sino es imposible hacerlo y no dejar rastros.
¿Cuáles de estas locuras que se transformaron en errores has cometido tu? No podemos culparnos, es una etapa en la que nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y emociones, y lo demostramos a través de todos los medios.
Y a pesar de que el día en que quieras remover todos esos recuerdos de la adolescencia de tu dormitorio te sientas arrepentida, piensa que si valió la pena, porque en ese momento te hizo feliz.
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