Los jardines japoneses son fascinantes. Son tradicionales de las casas privadas japonesas, de los templos budistas y de los viejos castillos. Estos jardines están estrechamente unidos a la famosa ceremonia del té y constituyen un elemento fundamental de la cultura japonesa. Vamos a conocerlos un poco más.
Jardines japoneses


Generalmente estos jardines cuentan con una laguna en el centro. Tanto las desigualdades del suelo como las colinas artificiales en donde los árboles y las plantas son colocados intentan representar los cambios del paisaje según las estaciones. Una de las técnicas más utilizadas tiene el objetivo de expresar la forma en que el agua fluye desde el centro de las montañas y gradualmente se convierte en un arroyo más grande, creando una cascada.


Los elementos que posee todo jardín japonés (ya sea de forma real o simbólica) son:
- agua
- una isla
- un puente hacia la isla
- un farol, típicamente de piedra
- una casa de te o un pabellón

Hay distintos tipos de jardín los cuales pueden quedar enmarcados dentro de estos cuatro estilos: Jardines de paseo, jardines de aposento, jardines de té y jardines de contemplación. Estos últimos fueron introducidos por los monjes Zen en sus templos. Su objetivo es facilitar la meditación a través de la contemplación. Dado que están presentes en esta clase de templos son conocidos también como Jardines Zen.


Increíbles, ¿no?






