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Cómo lavar la lechuga

La lechuga es indudablemente la reina en cada ensalada, dado que siempre está presente y además posee miles de minerales, calcio y vitaminas. Para aprovechar todas sus propiedades sin ningún tipo de contaminantes, en este artículo te explicamos cómo lavar la lechuga.

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Cuando compres las plantas de lechuga, trata de no doblar o romper sus hojas. Guarda la lechuga en la heladera en una zona refrigerada para que se conserve bien. Cuando debas consumir la lechuga, quita las mismas de la heladera y lava cada una de las hojas debajo del grifo y luego déjalas dentro de un recipiente con agua durante 20 minutos para que se remojen bien. Añade algunas gotas de vinagre de alcohol mientras las dejas en remojo para que se desinfecten correctamente y se eliminen los residuos tóxicos que pudieron haber quedado por el cultivo.

Consejos para lavar lechuga

Imagen Thinkstock
  • Para conservar las hojas de la lechuga, déjalas limpias, desinfectadas y secas con paño limpio. Luego, colócalas dentro de un recipiente con plato y cúbrelas con servilletas de papel. Cierra el recipiente y colócalo en la parte inferior de la heladera.
  • Con motivo de evitar la contaminación cruzada, no utilices para cortar las verduras y las frutas, los mismos utensilios (tablas, cuchillos, etcétera) que has utilizado para cortar carnes, dado que estas tienen muchas bacterias y pueden provocar síntomas serios, tales como vómitos, diarreas, dolor de cabeza fuerte, ojos hinchados, dolores abdominales, fiebre y problemas renales, entre otros.

Recuerda que en muchas ocasiones, los grandes supermercados no sacan la lechuga a tiempo y es por ello que deberás estar atenta a las características de las hojas de la lechuga, puesto que estas mismas deben presentarse frescas y no marchitas ni quemadas en sus bordes. De esa manera, te darás cuenta que a muy pocas horas la han colocado a la venta. Más información: Assimsefaz