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Beneficios de tener sapos o ranas en el jardín

Los sapos y las ranas son los mejores aliados de cualquier jardín, ¿lo sabías? Tenerlos entre tus plantas y oírlos cantar por las noches puede ser muy divertido, por lo tanto, dales una oportunidad a estos simpáticos animalitos de vivir en tu patio trasero y ayudar a tus plantas a estar mejor que nunca.

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Conoce todo lo que pueden hace por ti si te apasiona la jardinería.

¿En qué se diferencian ranas y sapos?

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Para empezar, será mejor que sepas cuáles son cada uno de ellos. ¡Es fácil! Los sapos son regordetes, de piel marrón, seca y con pozos.

Saltan lentamente y se hinchan cuando hay enemigos. Las ranas, en cambio, son de piel más suave, verdosa y húmeda. Son más delgadas y saltarinas.

Un jardín libre de plagas

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Los sapos y ranas son animales comunes en todas partes del mundo, aunque no todas los veamos muy seguido.

Si bien son anfibios, una gran proporción de ellos solo vive en la tierra, por lo que los jardines con plantas son su hogar preferido, sobre todo porque allí encuentran su alimento favorito: los insectos.

Escarabajos, moscas, orugas, gusanos, polillas, larvas, babosas y otros insectos se convierten en su cena cada noche.

¿Te imaginas un jardín libre de insectos que destruyen tus plantas? ¡Es posible tan solo con un sapo? Porque por noche son capaces de atrapar cerca de 100 insectos cada uno.

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Beneficios extras

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Si eres amante de la naturaleza, tener anfibios en casa será gratificante para ti, pues les estarás dando un hogar seguro para vivir, en donde el alimento nunca falta.

Además, tus hijos te lo van a agradecer, porque a los niños les encantan estos animalitos.

Su croar por las noches es una música agradable, que te hará acercar a lo natural y te hará sentir como en el relajante campo.

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¿Cómo tenerlos de manera responsable?

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Los sapos y las ranas necesitan de un ambiente libre de tóxicos, pues su piel es sumamente sensible. Por lo tanto, no utilizar fertilizantes sintéticos, fungicidas, pesticidas ni herbicidas químicos será uno de los requisitos.

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Además, tener un espacio con agua en donde puedan sumergirse sería una muy buena idea, por lo que crear un pequeño estanque para ellos sería fantástico.

Para empezar sería bueno que tengas tan solo un par, porque recuerda que si te llenas de anfibios, éstos proliferarán y se convertirán en una plaga.

No necesitan mucho y ayudan demasiado. ¿Te animas a los sapos y ranas en el jardín?