La pequeña Metztli tiene siete años y la última vez que vio a su madre, la vedette Sabrina Sabrok, fue hace dos años, cuando la artista temía morir en el quirófano a consecuencia de una infección en los glúteos. Desde el nacimiento de la pequeña, la artista decidió no hacerse cargo, por lo que Erick Farjeat asumió su total custodia y es quien batalla todos los días para reunir los casi 1,700 dólares mensuales que requiere solo para las terapias que necesita la niña, que padece sordera y autismo.
Santa Claus no le dejará regalos a la hija de Sabrina Sabrok: su papá no la quiere "ilusionar"
Erick Farjeat, padre de Metztli, también denuncia que la vedette no los mantiene y que él tiene que buscar cómo generar poco más de 1,700 dólares al mes para poder pagar las terapias que necesita la pequeña de 7 años, que padece de autismo y sordera.
Precisamente fue Farjeat quien reveló que "es difícil, en estos momentos, comprar regalos de Santa Claus. Primero, porque no puedo regalarle muchas cosas a mi hija y, por otro lado, porque no la quiero ilusionar con este tipo de regalos y hacer una costumbre para ella”.
El tatuador de profesión recordó que un día le dijo a Sabrina que no tenía (pañales) para cambiar a la bebé y que sólo le alcanzaba la leche que tenía para hacer 4 mamilas. La reacción de la vedette, aseguró, jamás se le olvidará.
“Le pedí que me comprara un bote de fórmula chico y una bolsa de pañales. Ella molesta me rezongó, me dijo ocupaba su dinero en ser feliz y no cumplir mis caprichos porque era increíble que yo no tuviera dinero”.
Cuando se separaron, ambos fueron al juzgado familiar de la Ciudad de México en busca de un arreglo. Erick Farjeat llevó todos los comprobantes de gastos que tenían que ver con la pequeña y, en ese entonces, pedía dividir los 2,000 dólares de gastos entre los dos. Según su versión, Sabrina se negó, argumentando que no tenía tanto dinero.
Para Farjeat es “mentira que (Sabrina Sabrok) nos mantenga. Ella jamás ha aportado más. Nunca deposita a tiempo. Justo ahora debe 4 meses, pero prefiero no decirle nada porque nunca llegamos a ningún lado, ella está más preocupada en sus operaciones”.
Alegó que le propuso ante el juzgado que fuera él quien pudiera visitar a la niña 2 veces por semana, dejándole la custodia a ella y depositándole al mes los 200 dólares que ella quería ella aportar para el cuidado de la menor. La vedette rechazó la propuesta, pero pactó con Farjeat, darle 300 dólares al mes para el cuidado y manutención de Metztli.
Así las cosas, es Erick Farjeat quien sigue llevando a Metztli a terapia y también a sus clases de artes marciales mixtas, las cuales le ayudan a valerse por sí misma.
"Siempre estoy tratando de buscar trabajos para ir ahorrando para mi hija. El día que yo falte, ella tiene que aprender a valerse por sí misma, porque si no estoy yo, nadie la va a procurar”.
El tatuador cuida sus horarios y trata de no meterse en problemas pues asegura que la violencia está a la orden del día y él no quiere dejar a su niña sola.
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