The Walking Dead: Crítica del Primer Episodio

A pesar de que faltan dos semanas para su estreno, he podido ver el primer episodio de The Walking Dead gracias a los buenos oficios de un amigo y he venido a comentarles que les espera. El capítulo 1 es una introducción muy bien diseñada al mundo creado por Robert Kirkman, en que una misteriosa enfermedad ha convertido a la mayoría de la población mundial en zombies, dejando a un puñado de sobrevivientes luchando una batalla imposible de ganar.

El show se centra en Rick Grimes ( Andrew Lincoln), un alguacil de la policía que luego de ser herido en un tiroteo pasa 3 meses en coma. Cuando despierta (en una inspirada directamente en 28 Días Después) el mundo esta en ruinas, hay zombies por todas partes y su familia ha desaparecido.

Este primer episodio tiene una escala más reducida que los que le seguirán, y logra con eso crear un clima más íntimo y personal, centrándose casi en su totalidad en Rick Grimes quien es interpretado genialmente por Andrew Lincoln, dándole un aire de Sheriff del viejo oeste tan lacónico como astuto. La reconstrucción del mundo post-apocalíptico le gana a muchas superproducciones del Hollywood, tanto por su cuidado del detalle como por la astucia que pone en crear cada escenario para hacer que estos sean parte integral de la historia.

Sinceramente espero que la serie sea un éxito de público y crítica y le de al canal AMC  el entusiasmo para traernos una segunda temporada con más capítulos lo antes posible. La televisión, generalmente árida e insportable, necesita más shows como este.

Puntaje: 8/10- No se lo pierdan. The Walking Dead empieza tan bien como lo esperaba y nos prepara para una temporada corta pero intensa, en la que la palabra humanidad nunca volverá a significar lo mismo.