Todd McFarlane es un dibujante, hoy devenido en empresario de juguetes, que supo aportarle mucho a la editorial Marvel en los 90. Durante su estadía en esta casa matriz, el dibujante canadiense creó al personaje Venom y renovó franquicias de cabecera como Hulk y Spiderman. Es precisamente este segundo caso en el que queremos ahondar hoy.
Recordamos lo mejor del Spiderman de McFarlane


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La telaraña spaghetti
Uno de los principales aportes que hizo este artista fue el de variar la anatomía del personaje de forma drástica. Contrario a las convenciones de la época, Todd rompió el antiguo molde con el que se dibujaba al Hombre Araña para darle una estética más "insecto" y así poder colocarlo en posturas más flexibles.


También patentó la famosa " telaraña spaghetti", una novedosa forma de llenar las páginas con una telaraña de apariencia más pegajosa y cercana a lo que se espera de un insecto. En un principio, y como suele suceder, la idea no fue del mayor agrado de los directores de Marvel, pero el estilo de dibujo fue rápidamente heredado por otros ilustradores como Erik Larsen. Al punto de que uno no podía distinguir entre un dibujante y otro.
Un Spiderman más oscuro
Pero no solo de trazo vive el hombre. McFarlane también le dotó a la franquicia una impronta oscura que hasta el momento no había conocido. En este período los personajes del micro cosmos del Hombre Araña se presentan como fríos, sombríos y distantes, algo que seguramente estuvo condicionado por el estilo lúgubre de coloreo.

Algunos de las mejores historias de la era McFarlane son Tormento y Percepciones. El primer arco tiene uno de los cómics más vendidos de la historia, Spider-Man #1, con más de 3 millones de ejemplares. El segundo se subdivide en dos historias: un enfrentamiento con un Duende más trastornado que de costumbre y una especie de team up con el mismísimo Wolverine.
¿Has leído algo del Spiderman de la era McFarlane?









