Puede que pocos recuerden el nombre de Miracleman. Puede que decirles que antes de usar ese nombre fue conocido como Marvelman tampoco aporte demasiado. Pero si les digo que una de las exitosas series de Alan Moore proviene de un plagio, seguramente prestarán atención.
¿Quién se acuerda de Miracleman?

Lo que hizo Alan Moore
Cuando Alan Moore estaba desarrollando su V for Vendetta para la revista inglesa Warrior, publicada por la compañía Quality Communications, se le ocurrió proponerle a su editor Dez Skinn (que había sido editor de Marvel UK unos años antes) la revitalización de un viejo personaje británico: Marvelman. Ya hablaremos de su pasado.
Moore le da un giro brillante a la serie, despegando al personaje de la ingenuidad que poseía aquel otro que vivió en los años de la década de 1950, con enemigos realmente malvados y capaces de cometer atrocidades como las que se ven en la realidad más allá de las revistas. La aceptación que tuvo por parte del público fue impresionante. Tanto, que Skinn se animó a editar un especial con reimpresiones del viejo Marvelman.
Pero las presiones que recibía de Marvel por el nombre del personaje hicieron que Moore desistiera de seguir escribiendo la serie y su último capítulo se publicó en Warrior #21. En tanto el editor Dez Skinn se vio obligado a cerrar su editorial tras el número 26 de la revista Warrior. En lo que respecta a Marvelman, Skinn vende los derechos a la editorial estadounidense Pacific. Esta termina en la quiebra y los derechos recaen en Eclipse.

En 1985 Eclipse comienza a editar las historias escritas por Alan Moore bajo el nombre Miracleman para escapar de posibles batallas legales. A partir del número 6, Moore escribe material totalmente nuevo hasta el final de la saga, cosa que ocurre en el número 16. A partir del siguiente número, y por pedido expreso de Moore, los guiones son escritos por Neil Gaiman. Pero tras el número 24 se produce la quiebra de Eclipse, dejando inconcluso hasta el momento el segundo arco argumental de los tres que Gaiman planificó.
El origen secreto de un personaje
En la década de 1950 en el Reino Unido existía una pequeña editorial llamada L Miller & Son que reimprimía el material producido por la editorial estadounidense Fawcett, en especial los títulos del Capitán Marvel. Pero en 1954, Fawcett canceló sus publicaciones del personaje por la batalla legal contra DC Comics debido a que esta argumentaba que el Capitán Marvel era una copia de Superman.
Ante esta situación, la pequeña editorial inglesa no se podía permitir hacer lo mismo. De modo que le encarga a Mick Anglo la creación de un personaje de similares características. Así, como el héroe de la Fawcett, el joven Michael Moran se transforma en Marvelman al gritar la palabra Kimota; posee una familia compuesta por Young Marvelman y Kid Marvelman, y su archienemigo mortal es el malvado científico Gargunza.
En otras palabras, hizo lo que se le pidió: que copiara al Capitán Marvel.







