Punisher Max #60: El fin de la era Ennis

Es un momento clave para Punisher, quien se despide del mejor escritor que ha tenido en toda su historia y se prepara para lo que el futuro le tiene reservado.

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Punisher se despide de su mejor escritor

Garth Ennis ha logrado algo impensable, increíble y fascinante. Desde que asumió control creativo del personaje en 2001 lo ha transformado de un vigilante obtuso, poco profundo y lineal en el protagonista del mejor Western de la última década. Se lo que algunos pensarán, Punisher no es un western, pero yo les aseguro que sí. Castle vive en un mundo corrupto, perverso y lleno de injusticia. Los hombres son débiles, la justicia no existe y solo el puede darle paz al mundo.

Es la paz de la tumba y de las balas, que reserva exclusivamente para los culpables. Para Punisher el mundo es simple, existen los culpables que merecen la muerte y los que merecen vivir por un tiempo más hasta que inevitablemente sean atraídos por la corrupción. Entonces, es cuando Frank Castle llega, el último jinete, símbolo de la justicia que su era desesperadamente necesita pero que nadie tiene la fuerza para darle. Nadie excepto él, que luego de perderlo todo descubrió que no tiene nada más por sentir, solo odio y furia hacia los culpables.

Punisher no es joven, Ennis lo muestra como un hombre de casi sesenta años. Sin embargo eso no lo hace menos letal, sino que al contrario, le da una fuerza hecha de experiencias únicas que hubiesen consumido a cualquier otro hombre. Así, viejo, hastiado pero nunca débil, Punisher persevera en una misión que durará hasta que muera y que jamás será exitosa por completo.

El fin de la era Ennis era inevitable, y culmina por lo alto en este número 60 con un toque reflexivo en medio de un mundo anárquico que necesita justicia brutal y directa. Lo que vendrá es imposible decirlo, pero Frank ya nunca volverá a ser el mismo.